Condenaron a 25 policías a 624 años de prisión cada uno por la masacre de presos en la mítica cárcel de Carandirú, Sao Pablo

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La masacre de Carandiru inspiró la película homónima, ganadora de premios internacionales y aplaudida por la crítica de todos los continentes.

 

Un tribunal brasileño condenó este sábado a 25 policías a 624 años de prisión cada uno por el asesinato de 52 presos durante la matanza en la cárcel de Carandirú de Sao Paulo, al sureste de Brasil, en 1992. Esta masacre dejó como resultado 111 prisioneros muertos.

La sentencia, anunciada en la madrugada de este sábado por el juez Rodrigo Tellini de Aguirre Camargo, es la segunda parte del proceso que ha sido dividido en cuatro etapas y en el que 79 agentes deberán rendir cuentas a la justicia.

En la primera parte del juicio, realizada el pasado mes de abril, 23 policías fueron condenados a 156 años de cárcel cada uno, por la muerte de 13 presos.

El jurado, compuesto por siete hombres, respondió un cuestionario con cerca de siete mil 300 preguntas en cerca de cinco horas, con el que se decidió la culpabilidad de cada uno de los 25 policías que fueron acusados de disparar a los internos de Carandirú en sus celdas y en los pasillos del presidio.

Inicialmente, la Fiscalía de Sao Paulo había responsabilizado a este grupo de policías de 73 muertes, pero este viernes, durante los alegatos finales, se retiraron los cargos por 21 de las muertes.

Según explicó el Ministerio Público, parte de esos 21 asesinatos ocurrieron en otras zonas del penal y cuatro de ellas fueron por arma blanca, con lo que la Fiscalía las atribuyó a una riña entre presos.

Las cuatro partes del juicio corresponden a las muertes registradas en cada piso de Carandirú el 2 de octubre de 1992, durante un operativo policial que supuestamente era para contener una riña entre internos pero culminño con un centenar de muertes.

La acusación asegura que los presos fueron ejecutados, mientras la contraparte señala que los policías dispararon en legítima defensa, porque estaban siendo amenazados y agredidos por los prisioneros amotinados.

Todos los policías que participaron en la acción resultaron ilesos. Otros 87 prisioneros quedaron heridos.

Este proceso judicial tardó más de dos décadas en realizarse porque inicialmente estaba en la justicia militar y luego pasó a la esfera de la justicia ordinaria. Una serie de recursos presentados por los reos a lo largo de los años también demoró su comienzo.

Antes de este proceso judicial sólo había sido juzgado por esta masacre el coronel Ubiratan Guimaraes, que comandó la operación, y que fue condenado a 632 años de prisión por las muertes, pero más tarde fue absuelto.

El coronel fue hallado muerto en 2006 con un tiro en su apartamento de Sao Paulo.

La cárcel de Carandirú, que tras su clausura fue parcialmente demolida para la construcción de un parque, era en la época el mayor presidio de América Latina y llegó a albergar unos 10 mil reclusos.

Organismos defensores de los Derechos Humanos han denunciado que el centro fue escenario de graves violaciones de los derechos fundamentales.

 

Fuente: Telesur

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