Seis militares retirados fueron procesados pero quedaron a salvo todos los parientes del dictador que habían sido involucrados con anterioridad en la causa por 19 millones de dólares atesorados en el exterior.
Un juez chileno cerró el caso Riggs, referido a las cuentas secretas que Augusto Pinochet mantenía fuera del país, con el procesamiento de seis militares retirados y ningún miembro de la familia del fallecido dictador, que acumuló 19 millones de dólares sin justificación contable, se informó este lunes.
Según confirmaron a Efe fuentes judiciales, el juez Manuel Antonio Valderrama notificó el pasado 1 de agosto esta decisión, que puede ser recurrida en los próximos quince días por el Consejo de Defensa del Estado y por los abogados defensores.
"Es satisfactorio saber que finalmente la justicia determina que no se cometió ningún acto ilícito", declaró hoy a Radio Cooperativa Rodrigo García Pinochet, nieto del dictador, que consideró el caso "una venganza política por la figura y la obra" de su abuelo.
La investigación se abrió en 2004, primero a cargo del juez Sergio Muñoz, después de que una subcomisión del Senado de Estados Unidos reveló la existencia de las cuentas secretas en el Riggs Bank de Estados Unidos y otras entidades financieras.
Al morir, en diciembre de 2006, Pinochet estaba procesado en el "caso Riggs" por fraude al fisco y falsificación de pasaportes, y desaforado (paso previo al procesamiento) por malversación de fondos públicos.
En octubre de 2007, el juez Carlos Cerda, el segundo a cargo del caso, procesó a 23 familiares y colaboradores del fallecido dictador (1973-1990) por malversación de caudales públicos, pero un mes después la Corte Suprema revocó 15 de los procesamientos.
Esa medida benefició, entre otros, a la esposa de Pinochet, Lucía Hiriart; a cuatro de sus hijos; a su antiguo albacea, Óscar Aitken y al contable José Sobarzo.