"Nosotros gobernamos diez años, pero Clarín va a gobernar muchos más" fue la frase que Carlos Corach, entonces ministro de Menem le lanzó a Martín Sivak, inspirándolo a escribir este libro.
Lejos de las polaridades, Clarín. El gran diario argentino. Una historia (Planeta) -basado en la lectura de todos los ejemplares desde 1945 a esta parte así como más de 150 entrevistas, registros públicos y privados y el archivo personal de Roberto Noble- aporta en el abanico de títulos sobre medios de comunicación, considera su autor a Télam, "conocer la historia política del diario y su expansión sin demonizaciones".
"Nosotros gobernamos diez años, pero Clarín va a gobernar muchos más" fue la frase "iluminadora" que Carlos Corach le lanzó a Sivak y el puntapié, junto a una nota sobre los despidos de su comisión interna en 2000 que Jorge Lanata publicó en tapa de la revista XXI cuando estaba muy lejos de pertenecer al Grupo, para que el sociólogo se adentre en ese "terreno poco neutral", como muchos le advirtieron.
Dividido en dos tomos, el primero abarca desde 1902 a 1982 mientras que el segundo -todavía no publicado- se acerca hasta el presente cuando "deja de ser un diario para convertirse en multimedios", el libro corre el velo de su historia oficial, como el famoso mito de que Noble vendió su estancia para fundar el diario, algo que Sivak derriba con no pocos documentos.
Pero para entender la historia de Clarín, primero hay que saber quién fue ese hombre que permitió la construcción de un imperio económico e ideológico y eso es lo que Sivak hace."Roberto Noble fue un político", dice.
"Interesado por la política desde el colegio secundario, militó en Spartacus, un grupo de izquierda radical en la Facultad de Derecho de la UBA, fue socialista, se sumó al socialismo independiente (consiguió una banca en diputados) y luego en la segunda mitad de la década de 1930 fue ministro de gobierno de Manuel Fresco (un conservador con simpatías nacionalistas) en la provincia de Buenos Aires", amplia el periodista.
Sin embargo, en 1940 se retira de la política partidaria y pretendió volver con Clarín. "El diario, fue para él, una catapulta para el premio mayor de la presidencia", afirma Sivak.
Para esa construcción era necesario sumar lectores, algo que Noble logró con un formato fácil de maniobrar,"a buen precio, con color en tapa y que se leyera, en sus palabras, mientras se fumaba un pucho o se tomaba un café. Un diario generalista, con una buena sección Deportes, ideológicamente muy flexible", explica el autor.
"Cuando el peronismo expropia La Prensa en 1951 -a diferencia de La Nación- Clarín no se pronuncia y capta al poco tiempo los avisos clasificados que le permiten incorporar una masa fiel y permanente de lectores y mejorar sensiblemente sus finanzas. Gracias a los clasificados también consigue crear una estructura nacional con la inauguración de agencias de clasificados en todo el país", desgrana el investigador dando cuenta de cómo nació esta empresa multimillonaria.
Para Sivak, los comienzos de Clarín reflejan la actuación zigzagueante de su fundador. "Clarín nace antiperonista, es el primer diario en reconocer la victoria electoral de Perón de 1946 y desde fines de ese año hasta el golpe de La Libertador adhiere con énfasis a la agenda de gobierno", ejemplifica.
Durante ese golpe, Perón ordenó el cierre de Clarín porque según entiende el autor, se sintió traicionado por el "repentino antiperonismo de Clarín que nace, literalmente, en pocas horas".
"Una de las razones a esos zigzags de Noble es que Clarín nace dependiente del Estado y del gobierno: necesita de papel, de créditos y ayudas que hacen flexibilizar su línea editorial", completa el periodista.
En el libro, el investigador da cuenta de la correspondencia entre Raúl Alejandro Apold (a cargo de la Secretaría de Prensa y Difusión en el mandato peronista) y Noble, que resulta clave para ese vínculo con el poder. "Esa relación con el estado es importante para entender primero la supervivencia y luego la expansión de Clarín", considera.
"¿Qué le pide Clarín a la Libertadora? Una indemnización de 4 millones de dólares por los supuestos perjuicios que le ocasionó el peronismo. A fines de la década de 1950 Clarín encuentra en el desarrollismo un gran paraguas que le permite mostrar mayor coherencia ideológica en un contexto donde Mariano Grondona y también los altos mandos de las Fuerzas Armadas lo eran", historiza el autor.
Desde entonces y hasta principios de 1982, Clarín se posiciona como un diario desarrollista, cuando Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto despiden a los frigeristas, recuerda. "Clarín busca quitarse el corset del frigerismo para iniciar su expansión empresarial".
Hay un momento que Sivak destaca en la vida del diario: cuando consigue ser accionista de Papel Prensa. "Es un momento muy importante en la historia del diario porque es un paso central para ganar autonomía no sólo del estado, paradójicamente consigue asociarse a éste para luego, en el mediano plazo, poder controlar la empresa al tener mayor poder que el propio estado".
Pero, advierte, "la foto de Ernestina con Videla explica una parte de la historia, pero no sólo es esa foto". El largo camino que le "permitió llegar a Papel Prensa empezó en el despacho de Noble en octubre de 1969", dice.
El segundo tomo, de próxima aparición, va a comprender todo el proceso democrático hasta el presente, en una época que ya no podría definirse con el argumento político de que ningún gobierno resiste tres tapas de Clarín.