La respuesta fue firmada por el responsable de la editorial, Aurelio Navaja, luego de que la Dirección General de Escuelas ordenara retirar un libro del historietista Sanyú en medio de un fuerte presión mediática.
Aurelio Narvaja, responsable de la editorial Colihue, salió en defensa de los autores y dibujantes de los libros que la Dirección General de Escuelas de Mendoza extirpó de las bibliotecas escolares en medio de una fuerte presión mediática.
Navaja les respondió mediante un comunicado a los responsables de la censura del libro de historietas El inspector Justo y otras historias, de Sanyú (seudónimo de Héctor Sanguiliano), que fue retirado de las bibliotecas escolares mendocinas por orden del gobierno de Francisco Pérez, luego de que se montara un escándalete mediático a partir de la queja del director de una escuela de Maipú.
El material bibliográfico censurado forma parte de un programa del Ministerio de Educación de la Nación pensado para dotar de bibliografía a las escuelas de todo el país para acercar a los estudiantes a la literatura en horarios distintos a los ocupados por la enseñanza curricular.
Los textos censurados, consideró Narvaja, "han caído bajo la lupa prejuiciosa, inculta y cursi de quienes se arrogan la potestad de determinar qué cosas son buenas para la lectura de adolescentes en edad de elegir Presidente de la República, andar por la vida sin trabajo cuando lo necesitan (o ser explotados a veces cuando lo consiguen), morir bajo las balas de policías 'bravas' (y cobardes), ser víctimas de los traficantes de paco o mirar diariamente en televisión a quienes pontifican moral desde los medios y son ellos mismos la evidencia misma de la inmoralidad".
El responsable de Colihue, además integrante del grupo de intelectuales que adhiere al kirchnerismo, Carta Abierta, sostuvo “que si el Ministerio de Educación retrocede en este campo, en el de la libertad creativa, en el de poner a disposición de los alumnos las lecturas más variadas que se conecten con los temas de su edad, sin ñoñerías, gran parte del terreno ganado lo estaríamos regalando”. Desde el Ministerio de Educación de la Nación no dudaron en señalar interés electoral del docente "denunciante".
Narvaja defendió el trabajo de la narrativa dibujada y llamó a "no caer en la pacatería". El editor esgrimió que "si una situación de violencia, narrada de la forma que sea, puede ser considerada promoción de la violencia (homicidio, abuso o lo que sea), habría que sacar de circulación la mayor parte de la literatura policial. Con el mismo criterio habría que considerar a Bram Stocker, autor de Drácula, promotor del vampirismo”.
Sanyú: "En El Inspector Justo no hay nada ilegal, inmoral o que engorde
El dibujante neuquino Sanyú emitió un comunicado en el que explica que "en El Inspector Justo no hay nada ilegal, inmoral o que engorde. Cada imagen en esas historias tiene una razón de necesariedad con el relato, un sentido estético y narrativo concreto".
"Aparecen en el libro algunos cuadros de historieta con dibujos de desnudos a los que su trazo plástico los aleja de cualquier sentido pornográfico. Ahora que a los jóvenes se les ha dado la responsabilidad y el derecho de votar a los 16 años es provechoso que conozcan estas interpretaciones éticas y estéticas de la realidad, concientemente alejadas de maniqueísmos, prejuicios y discriminación".
"Es muy útil para los adolescentes que adultos responsables de su educación, como deberían ser los profesores de nivel secundario, les permitan disfrutar de historias maduras y los acompañen en su análisis, promoviendo la discusión y el intercambio de opiniones que toda obra creativa debería despertar", sostuvo Sanyú.
Agregó que "en las historias de El Inspector Justo y en la otras, no hay un mensaje, solo la intención de mostrar una manera, entre las tantas posibles, de expresar la realidad. Supongo que ese libro fue escogido por el reconocimiento a mi trayectoria de ilustrador, historietista y humorista gráfico en la que siempre he desplegado un criterio de libertad, búsqueda de la creatividad y respeto por el lector, ya sea cuando desarrollé mis propios textos, en la elección de autores literarios que he trasladado a la historieta e ilustrado o al dibujar en base a guiones de profesionales que han escrito confiando en mi trabajo".
"Creo que esta expresión de censura solo es una manifestación de ignorancia de un sector incapaz de aceptar otras voces que hablen de otras interpretaciones de la realidad, Mendoza ha dado al mundo innumerables artistas con cuyas actitudes creativas me siento hermanado", concluyó Sanyú.