La cumbre de otoño de los jefes de Estado de la Unión Europea que se desarrolló en Bruselas, estuvo marcada por el descubierto espionaje de la Casa Blanca a la canciller alemana Angela Merkel.
Las denuncias de Alemania contra Estados Unidos por haber espiado en las llamadas telefónicas de la canciller germana, Angela Merkel, marcaron el inicio de la cumbre de otoño de los líderes de la Unión Europea que se desarrolla en Bruselas.
Aunque si bien todos los líderes se quejaron por las actividades de Washington, nadie pareció dispuesto a tomar medidas al respecto. Todos patalearon cada vez que se difunde un nuevo atropello cometido por la Casa Blanca contra la soberanía de otros países pero ninguno se animó a plantear represalias concretas para castigar el accionar que calificaron como inadmisible.
Al llegar a la segunda jornada de la cumbre, la jefa de Estado de Lituania y presidenta pro témpore de la UE, Dalia Grybauskaite, expresó que "los problemas de inteligencia deben resolverse".
Asimismo, instó a "mirar al futuro y tratar de que esta situación no vuelvan a producirse". Recordó la importancia de "buscar un equilibrio entre protección de datos y seguridad internacional" en relación a un futuro acuerdo de asociación entre la UE y Estados Unidos.
El primer ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, consideró que "la UE necesita un código de conducta para saber cómo reaccionar en el futuro", si bien remarcó que ante esta cuestión los Veintiocho reaccionaron "de manera seria y constructiva".
Los Veintiocho "van a tener cuidado con las relaciones bilaterales" con Estados Unidos, anticipó Katainen citado por la agencia de noticias EFE.
El primer ministro belga, Elio Di Rupo, apoyó la postura de Alemania y Francia, y se mostró a favor de "seguir con los contactos para que los servicios de inteligencia europeos y estadounidenses trabajen en común".
El objetivo es "mantener la lucha contra el terrorismo pero respetando la vida privada", dijo Di Rupo, quien apostó en este sentido por "buscar modelos que no sean de espionaje, sino de colaboración".
Al inicio del segundo día de la cumbre, que termina este viernes, el espionaje de Estados Unidos acaparó las discusiones de los presidentes europeos.
Merkel mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Francia, Francois Hollande, en la que ambos destacaron necesidad de poner fin a la situación al tiempo que acordaron mantener reuniones por separado con Estados Unidos antes de fin de año para crear un marco de cooperación sobre las prácticas de los servicios secretos.
Fuente: Télam