Independiente Rivadavia le ganó 3 a 1 a Sarmiento de Junín en la Catedral del Parque General San Martín. Ezequiel Pérez, Walter García y Javier Rossi marcaron para el local, mientras Mosset había abierto el tanteador a favor de la visita.
La Lepra abrochó una victoria soberbia después de ir perdiendo como consecuencia de una desgracia que le ocurrió al buen arquero Josué Ayala. Independiente sumó 27 puntos, para ubicarse en el quinto lugar de la tabla de posiciones, a siete puntos del primero, Banfield, y a sólo dos del tercero (último lugar con ascenso), Crucero del Norte.
La de este miércoles en la noche, fue una gran demostración del equipo de Parque, que profundizó el mejor momento de Roberto Trotta en sus cuatro estadías en el banco de suplentes de la Lepra. Con autoridad, sus dirigidos asumieron como tal una contingencia desfavorable del partido, cuando al eficiente arquero azul se le escapó la pelota y le quedó servida a Marcelo Mosset para adelantar al visitante en el marcador, en la única posibilidad que se le había presentado.
Desde el talento de Ezequiel Pérez y la acción mancomunada el equipo para mantener el partido lejos del arco propio durante el mayor tiempo posible rápidamente la Lepra dio la sensación de que estaba todo controlado, a pesar del 0-1. El equipo fundamentó la sensación, primero, y el resultado, después, en la capacidad para crear condiciones propicias para la velocidad y habilidad de Martín Gómez y la voracidad en el área de Diego Palote González. O para que los volantes llegaran en apoyo con ventaja por la cercanía a la línea defensiva rival en la que el azul plantó el partido.
Pérez hizo todo bien. Hasta hizo un gol de tiro libre imposible para cualquiera que no tenga un don para teledirigir el balón a la ratonera por el único lugar posible de tránsito sin interferencias para la pelota. Iban 37 minutos y el empate no hizo más que confirmar lo expuesto en la cancha por ambos equipos.
En el segundo todo el tiempo dio la sensación que la ventaja para el azul se daría de un momento para otro. Tenía que caer por decantación con todo el equipo en actitud ofensiva, contra un rival abroquelado por completo contra su propio arco.
Ese momento fue a los 28 minutos del segundo tiempo, después de que el arquero Ischuk volteara a Rossi en el área. Walter García facturó el penal.
La Lepra no perdió nunca el control del partido. Y a los 47 minutos consiguió el gol que le dio más realismo al resultado respecto a lo demostrado en la cancha.
Roberto Trotta está cambiando su historia como entrenador de Independiente, donde transita su cuarto proceso. Su equipo lleva
14 partidos invicto (seis victorias y ocho empates) con 27 puntos. De los último nueve partidos ganó seis y empató tres. En la racha arrasó con Banfield, con un inapelable 3 a 0 de local. Una revancha transitoria para el entrenador que siempre se ha tenido que ir del club del Paeque con equipos que jugaban mal.
Los goles
