Diez momentos que marcaron la década de Lionel Messi como jugador del primer equipo del Fútbol Club Barcelona

Share
Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

El crack rosarino debutó el 16 de noviembre de 2003 en un amistoso contra el Oporto, de Mourinho. Desde ese día hasta la actualidad la figura del argentino creció desde Barcelona hasta ser el mejor del mundo.

Share

messi-barça-decada

 

Por Xavi Muñoz
Para Mundo Deportivo

El 29 de noviembre de 1899 Hans Gamper fundó el FC Barcelona. El 12 de octubre de 1950 debutó Ladislao Kubala vestido de azulgrana. El 20 de mayo de 1992 el club ganó su primera Copa de Europa. Y el 16 de noviembre de 2003 se estrenó con el primer equipo culé un canterano llamado Leo Messi. Hoy se cumplen exactamente diez años de aquel hecho, entonces una simple anécdota, hoy una efeméride mundial que cambió para siempre la historia del Barça y del fútbol en general. Ahora que está lesionado, Mundo Deportivo rinde honores a uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, si no el mejor, a través de diez imágenes que son símbolo de la década prodigiosa que ha legado a este deporte entendido como un espectáculo.

 

1. Debuta en Oporto ante Mou

Rondando la medianoche, en la inauguración del Estadio Do Dragao, Messi saltó al terreno de juego ante el Oporto de José Mourinho. Era el minuto 75 de aquel amistoso que ganaron los portugueses por 2-0 cuando el técnico Frank Rijkaard llamó a aquel 'pibe' que apenas tres años antes había llegado a Catalunya desde Rosario porque el Barça fue el único equipo del mundo que se decidió a pagarle el tratamiento que necesitaba para crecer. Aquella noche en Oporto, Messi relevó al hoy sevillista Fernando Navarro y nada pudo hacer para levantar un 2-0 adverso. Fue una excepción. A partir de ese día Messi corrigió al alza casi todos los marcadores habidos y por haber. Aunque, en realidad, aún tardó un año en asentarse en el primer equipo. En aquel viaje iniciático, Messi tenía 16 años, 4 meses y 23 días y venía de hacer un 'hat trick' al Granollers. El 'uno por uno' de Sergi Solé, enviado especial a Oporto, fue como una premonición. "Messi jugó de Ronaldinho. Tuvo dos goles en sus botas", escribió. Cinco años después de lucir el '14' que hizo célebre para el fútbol Johan Cruyff, Leo heredó el '10' del ídolo brasileño.

 

2. El Gamper ante la June lo salva de una cesión

Otra prueba más de que los amistosos en el fútbol también pueden hacer historia. Fue en el Gamper de 2005, un 25 de agosto, en un Barça-Juventus. Muy probablemente, una discreta actuación aquella noche hubiese cambiado la biografía de Messi y la del Barça. Leo venía de ganar el Mundial juvenil y de jugar nueve partidos con el primer equipo el curso anterior. Pero, para creérselo definitivamente, hicieron falta una exhibición y una amenaza. Fabio Capello, técnico juventino, quiso llevárselo a Turín aquella misma noche. "Ese chico de 18 años ha hecho lo que quería y ante algunos de los mejores defensas del mundo", dijo. El Barça se olvidó de estudiar cesiones. 'Nike', la firma que entonces esponsorizaba a Messi, sospechó lo que tenía entre manos y rodó un sencillo spot que quedará para la posteridad: "Recuerda mi nombre, soy Leo Messi".

 

3. Getafe alumbra al heredero de Maradona

Tras dos décadas de falsas alarmas en Argentina, al fin, el deseado heredero de Maradona estaba ahí. Hubo una confirmación empírica, aquel 18 de abril de 2007 en que Messi calcó, regate a regate, el gol más famoso de todos los tiempos, el del "barrilete cósmico" a Inglaterra en el Mundial de 1986. Ni el torneo (Copa) ni el rival (Getafe) tenían el mismo glamour, pero aquel eslálom, entre los muchos que Messi ha hecho después, siempre quedará como el del alumbramiento de una superestrella universal, alguien auténticamente digno de marcar época. Las manos en la cabeza de Frank Rijkaard y Samuel Eto'o lo atestiguaron.

 

4. Crecer al lado de Ronaldinho

Messi siempre lo ha reconocido: jugar al lado de Ronaldinho fue una escuela impagable y, a la vez, le permitió progresar sin urgencias. Tres meses antes de que Leo debutara con el primer equipo, el Barça había hecho el fichaje que lo sacó del peor lustro de su historia ante el Real Madrid de los galácticos. Bajo la magia de Ronaldinho y la clase de otros cracks como Eto'o o Deco, el Barça ganó dos Ligas consecutivas y su segunda Champions League. Pero luego cayó en lo que el propio club denominó como "autocomplacencia".

 

5. Lidera el resurgir con Guardiola

El verano de 2008 fue de medidas drásticas. El Barça dijo adiós a Ronaldinho y Deco y relevó a Rijkaard por Pep Guardiola, cuya figura como jugador no parecía suficiente aval como para afrontar la vuelta a la excelencia perdida. Con un ascenso de Tercera a Segunda B como escueto curriculum en el banquillo, Guardiola le dio el papel de crack referencial a Messi y, para simbolizar el gesto, le enfundó la camiseta con el '10' de Ronaldinho. En una decisión polémica, liberó a Messi de la disputa de la previa de la Champions para que jugara los Juegos de Pekin con Argentina. Leo volvió con el oro y dispuesto a devolver con intereses el 'préstamo' de confianza. Iba a empezar el ciclo del mejor equipo de la historia del fútbol.

 

6. El 2-6, un marcador para siempre

Para no pocos culés, el 2-6 en el Bernabéu que decidió la Liga 2008-09, sin ser el más redondo, sí es el partido más vibrante de la historia del club. Messi se estrenó como 'falso 9' con dos goles de esa media docena al Madrid. inicio virtual del triplete y razón por la cual el Barça pudo ser el primer equipo en la historia que enlazara seis títulos: Copa, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs.

 

7. La final de Roma marca su duelo con CR7

Otra imagen memorable de esa temporada gloriosa para Messi fue la final de Roma ganada al Manchester en un duelo directo ante Cristiano Ronaldo que marcaría los próximos años. Messi firmó el 2-0 de cabeza, dejando la foto de su salto con la cara de pasmo de Van der Sar, otra vez víctima en la final de Wembley en 2011. Messi, lesionado en la final de 2006, siempre consideró Roma su desquite.

 

8. El Balón de Oro, propiedad de la Masia

Al término de aquella temporada Messi conquistó el primero de sus cuatro Balones de Oro consecutivos, pero el más emblemático es el segundo de ellos, el de 2010, con otro foto para la posteridad y para el orgullo culé: tres jugadores de La Masia, proclamados reyes del mundo: además de Messi, Xavi e Iniesta, que aquel verano habían ganado el Mundial con España.

 

9. El récord de Muller, como símbolo

La carrera de Messi está sembrada de récords, como el que le convirtió en el máximo goleador oficial de la historia del club superando a César. Tres Botas de Oro -una de ellas con 50 goles- y tres 'Pichichi' jalonan a sus 26 años una trayectoria impresionante. Pero, por destacar una proeza por su dimensión universal, citaremos la que le convirtió en el máximo artillero de todos los tiempos en un año natural: sus 91 goles en 2012 relegaron los utópicos 85 tantos de 'Torpedo' Muller en 1972.

 

10. La madurez personal

El décimo cumpleaños del estreno culé de Messi no puede ser feliz porque coincide con su recentísima lesión, pero el horizonte vital y profesional del genio argentino es muy halagüeño. Con 26 años es padre de Thiago junto a su pareja Antonella. Seguir marcando goles -suma 327- , ganando títulos con el Barça -lleva 21- y lograr el Mundial para Argentina serán estímulos para alguien que se le está haciendo eterno a algunos. En verano, Leo aspira a consagrarse definitivamente en Brasil. Para los escépticos, ahí queda la reciente opinión de un madridista como Jorge Valdano: "Messi está al inicio de la plenitud de su carrera". Siendo así... ¿cómo será lo que viene?

 

Share