El mandatario cordobés anunció la firma de una acuerdo con los efectivos sublevados, a quienes garantizó "que este gobierno lo que firma, lo cumple".
El gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota anunció a las 12.15 del miércoles que se firmó un acuerdo con las mujeres de los policías acuartelados que supone la finalización de la medida que dejó abierto el campo al caos y la violencia en la Capital de la provincia mediterránea.
"Desde este momento la policía vuelve a estar al servicio de los cordobeses", dijo el gobernador en una conferencia de prensa celebrada en el Centro Cívico.
"Salimos a perseguir delincuentes y saqueadores", prometió luego de casi 20 horas de locura general en el centro de la ciudad y la periferia. De la Sota regresó desde Panamá de urgencia, el martes en la noche, cuando el conflicto extremado por los policías con el abandono de la vigilancia de la vía pública había generado situaciones extremas, que se cobraron una vida y decenas de heridos, en medio de saqueos y destrucción.
"Un cordial saludo a la fuerza policial y darle la seguridad de que este gobierno lo que firma, lo cumple", finalizó De la Sota, sin entrar en detalles sobre las sanciones que legalmente les corresponde a los efectivos que se plegaron a una medida desestabilizadora del orden público. Según las estimaciones de los medios, unos 6.000 efectivos estuvieron acuartelados.
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