En esa provincia hubo tres muertos, decenas de heridos y una total alteración del orden como consecuencia del acuartelamiento decidido por la fuerza armada provincial.
El gobernador de Tucumán, José Alperovich, denunció en la Justicia por el delito de sedición a los policías que se sublevaron a los mandos en su provincia para reclamar un aumento salarial. El mandatario tomó esa decisión a la par de la cesión a los autoacuartelados de un mejora de sueldo que no terminó de saldar la sed uniformada.
El gobierno provincial a su vez dio un ultimátum a los efectivos policiales para que retornen al trabajo en el transcurso de la tarde del martes, antes de ordenar a la Gendarmería que los desaloje de la Subjefatura de Policía de Tucumán, donde se encuentran acuartelados.
Hubo al menos tres muertos en Tucumán tras los saqueos y disturbios que se vivieron desde el lunes en la noche, mientras un centenar de policías estuvieron acuartelados en reclamo de mejoras salariales.
Según el Código Penal, la sedición es uno de los delitos contra los poderes públicos y el orden constitucional contemplado en el artículo 229, y contempla penas de hasta seis años para quienes "sin rebelarse contra el gobierno nacional, armaren una provincia contra otra, se alzaren en armas para cambiar la Constitución local, deponer alguno de los poderes públicos de una provincia, arrancarle alguna medida o concesión".
Bajo el concepto de sedición se incluye a quienes busquen en contra de los poderes públicos "impedir, aunque sea temporalmente, el libre ejercicio de sus facultades legales o su formación o renovación en los términos y formas establecidas en la ley".
Así las cosas, la causa radicada por el gobierno tucumano recayó en la fiscal Adriana Reinoso Cuello, quien de inmediato citó al jefe de la Policía, Jorge Racedo, a prestar declaración informativa sobre la situación.
Mientras tanto, el sub jefe de la Policía, Víctor Sánchez, declaró que: "cerca de 500 efectivos de Gendarmería ya están en la provincia y nos reunimos para coordinar un trabajo conjunto que nos permita restablecer el orden público".
Alteración social
En Tucumán, el transporte público de pasajeros funcionará hasta las 21 este martes, mientras la actividad comercial fue parcial con muchos negocios cerrados y otros atendiendo con persianas bajas. No se dictaron clases en todos los niveles educativos de la provincia ni en las facultades de la Universidad Nacional de Tucumán y los bancos no abrieron.
"Cerca de 500 efectivos de Gendarmería ya están en la provincia y nos reunimos para coordinar un trabajo conjunto que nos permita restablecer el orden público", señaló el comisario Víctor Sánchez, subjefe de la Policía de Tucumán.
Este martes, una distribuidora de Sancor, ubicada en Banda del Río Salí sobre la ruta de empalme que lleva a la Ruta 9, sufrió un ataque. De acuerdo con La Gaceta, trabajadores de la empresa y vecinos intentaban resistir en las primeras horas de la tarde el avance de un grupo de saqueadores.
Los vándalos habrían logrado ingresar a la planta y robar mercadería. Sin embargo, éstos fueron momentáneamente repelidos, en un enfrentamiento que según el reporte incluyó disparos.
La muerte
Fuentes oficiales de la Provincia informaron que hubo tres muertos por situaciones originadas en la crisis plantada por la acción policial. Una persona falleció en moto mientras se escapaba con un botín que había conseguido en los saqueos.
Otra, que había sido internada en el Hospital Centro de Salud y fue trasladado al Hospital Padilla, falleció como consecuencia de una herida de bala que le produjo pérdida de masa encefálica. La tercera, de 33 años, murió en el Hospital Centro de Salud, por heridas en la zona del abdómen.
