La emblemática revista gráfica llevará en su próximo número una creación de Ricardo Liniers Siri que retrata a los que viajan a pie en el transporte público.
Una de las melodías más recordadas de George Gershwin lleva por título "Un americano en París". El dibujante Liniers acaba de componer una suerte de melodía gráfica, si es que eso es posible, que podría titularse "Un argentino en New York". Es que Liniers, tan argentino como el dulce de leche, es el autor de la tapa de la emblemática revista semanal The New Yorker que aparecerá el próximo lunes 17 de marzo. El dibujante comunicó la noticia a través de Twitter que muy pronto se puso al rojo vivo, ya que comenzaron a llover las felicitaciones de todas partes. Y no era para menos, ya que se trata de una gran noticia, dado que significa quebrar fronteras y hacer del dibujo argentino un producto "de exportación". Antes que Liniers, otro argentino, nada menos que Carlos Nine, realizó trabajos para el mismo medio.
La ilustración de Liniers transmite su visión particular de los neoyorquinos en el transporte público. Su dibujo se llama Straphangers, que significa precisamente persona que viaja de pie, materia en la que, seguramente, Liniers debe de haber adquirido una amplia experiencia en la ciudad de Buenos Aires donde viajar de pie en el transporte público es una situación cotidiana.
De hecho, el dibujante encuentra muchas similitudes entre New York y Buenos Aires. "New York –dijo–es para mí la versión americana de la gran ciudad: mucho cemento y poca naturaleza. Crecí en la Ciudad de Buenos Aires y aún vivo allí, por lo que soy tan metropolitano como se pueda imaginar. En New York me siento realmente en casa. La primera vez que fui a esa ciudad fue a los 20 años. Viví tres meses allí, luego fui tres meses a Barcelona y regresé a New York por un tema de visado, y estuve, literalmente, en todos los barrios, porque me quedé en casa de diferentes amigos. Cuando uno de ellos se cansaba de mí, trataba de hacerme un nuevo amigo para poder quedarme en su casa. Estuve en Columbus Circle, después en el Village y luego en Upper East Side, realmente en todos los barrios."
Y agrega: "New York es una experiencia cosmopolita donde es posible ver a todo el mundo. Si uno quiere encontrar a alguien que hace lo que a uno le gusta, no importa lo que sea, lo encontrará allí. Si te gustan los títeres, vas a encontrar el mejor titiritero, y si te gusta el salto con pértiga vas a encontrar el que mejor lo hace en el mundo".
Liniers, nombre que se identifica al historietista creador de Macanudo es el seudónimo de Ricardo Liniers Siri, quien nació el 15 de noviembre de 1973 en Buenos Aires. Estudió Derecho, pero no pudo continuar con la tradición familiar de la abogacía porque evidentemente no era lo suyo. Afortunadamente para los admiradores de su dibujo, tampoco terminó Ciencias de la Comunicación, de modo que probó con Publicidad, una actividad en la que tampoco se sintió a gusto.
Él lo explicó muy bien en una entrevista aparecida en el diario La Nación: “Sentí que venía escuchando demasiado a esa vocecita capitalista que te dice que todo muy lindo con los dibujitos, pero que de algo tenés que vivir. Y la anulé. Después de tantos errores garrafales decidí tirarme de cabeza. De última, me mantendrían mis viejos o me casaría con una mina rica..." Fue así como su suerte cambió y poco a poco se fue convirtiendo en el referente de la historieta y el dibujo que es hoy. Un compañero de la facultad que admiraba los dibujos que hacía en los márgenes de las carpetas y los cuadernos de estudio lo llevó a Página 12 y más tarde, impulsado por Maitena, comenzó a dibujar para La Nación. En la misma entrevista que se menciona más arriba, dice que tuvo mucha suerte, pero todo hace suponer que su éxito obedece a otras razones.
La aparente simplicidad de sus dibujos ejerce una gran fascinación en sus fans. Un documental acerca del proceso creativo de su trabajo, dirigido por Franca González, se llama, precisamente, Liniers, el trazo simple de las cosas. Es que Liniers es simplemente creativo; simplemente tenaz, simplemente talentoso.
Fuente: Tiempo Argentino
