El ministro Roby firmó un pacto salarial con ATSA, que aceptó peores condiciones que las ofrecidas al SUTE. Después amenazó con la quita de la personería a AMPROS. Caldeó aún más la pelea.
El gobierno de Francisco Pérez apostó al linchamiento de los gremios confrontativos del sector Salud para resolver la paritaria más compleja que tiene planteada en la provincia. El ministro Matías Roby firmó un acuerdo salarial con ATSA, entidad gremial conducida por el peronista Juan Carlos Navarro, y de inmediato salió a amenazar por los medios a AMPROS, la organización sindical de los profesionales de la Salud, con la quita de la personería gremial.
La apuesta represiva de Roby es arriesgada. La representación de las bases de los trabajadores de la salud de ATSA es acotada actualmente, en 15 años esa entidad -siempre encabezada por Navarro- no sólo perdió la exclusividad en el sector, quedó relegada por la acción conjunta de ATE y AMPROS, que se instalaron con una política gremial más agresiva contra la patronal.
Navarro aceptó el lunes un plan para incrementar los salarios en Salud peor que el que fue ofrecido a los docentes del SUTE para que sometan a consideración de las bases. Ni Roby esperaba que en su ministerio se pudiese resolver la paritaria con una oferta inferior a la de Educación, pero el lunes el gobierno y Navarro anunciaron el acuerdo con condiciones evidentemente peores que las dispuestas para los docentes.
El acuerdo firmado por Navarro implica un 30% de incremento en dos partes, la primera en marzo y la segunda en julio, con un tope de $5.500 de suba para los asalariados con ingresos superiores a los $20.000 mensuales. Las cuotas podrían suprimirse puesto que se consideró en el acta que se contemplarían cambios si el SUTE acuerda una suba en mejores condiciones.
Después de la foto con Navarro, Roby la emprendió contra AMPROS al enfrentarse a los periodistas que requerían información sobre el conflicto que tiene los centros públicos prestadores de atención médica a media máquina desde que comenzó la confrontación en la paritaria. Mientras tanto, ATE y AMPROS recogen la furia de las bases contra el gobierno para reafirmar dos días de paro, este jueves y viernes.
En concreto, esta semana el Gobierno optó por minar la negociación con ATE y AMPROS de amenazas y represalias contra la dirigencia, pero el conflicto está planteado en las bases de los trabajadores, que en definitiva son las que le dan fuerza combativa a las conducciones de los dos gremios en conflicto.
