Gelblung armó una nota con extras disfrazados de motochorros a los que les pagó $300

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 Después de que Lanata presentara a supuestos sicarios en una nota por canal 13, Chiche Gelblum fue descubierto pagando extras para que actuaran de motochorros en una nota por C5N. 

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Tres hombres que se presentaron en un programa de televisión por cable como "motochorros" para contar supuestos delitos que habían cometido fueron demorados a la salida por orden de autoridades de la Policía Federal. Los productores del programa intentaron frenar la detención: dijeron que eran actores contratados por 300 pesos.

El martes a las 22, los tres supuestos “motochorros” aparecieron en la pantalla de C5n, en el programa “Chiche en vivo”, transmitido por ese canal y conducido por Chiche Gelblung. El domingo Jorge Lanata, por canal 13, había mostrado una entrevista con supuestos sicarios rosarinos.

Los supuestos “motochorros” contaron delitos que presuntamente habían cometido, como robo con armas, disparos de arma de fuego durante robos de autos y salideras. Según informó Telam, las autoridades policiales ordenaron al personal de la seccional 31 que acudiera al lugar y los demorara hasta dar intervención judicial del caso.

Una vez en la puerta del canal, los efectivos demoraron a las tres personas, quienes no llevaban documentos que permitieran identificarlas.

Según las fuentes policiales, productores del canal intentaron evitar que la policía se llevara a los hombres al asegurar que se trataba de jóvenes contratados por 300 pesos para exponer a manera de “personajes” durante el programa.

Ninguno de los tres tenía documentos, así que la policía los puso a disposición del juzgado de Instrucción 36, que dispuso que personal de la Superintendencia Comunicaciones de la Policía Federal observara la entrevista completa y que certifique la identidad de los tres supuestos ”motochorros”.

Los hombres aportaron en la seccional sus nombres y números de documento, dijeron estar los tres domiciliados en el partido de La Matanza. Dos de ellos dijeron tener 20 años y el otro 23. La policía aguardó a certificar sus identidades mediante huellas dactilares para poder dar conocimiento al juzgado para que resuelva la situación.

Fuente: Cosecha Roja
 
El periodista Raúl Kollmann contó en su cuenta de Twitter el desenlace de la historia

 


 


 

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