El primer ministro declaró que los modelos extranjeros de sistema de pago, aunque son cómodos, no brindan confidencialidad y están expuestos a riesgos políticos.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, debate la creación de un nuevo sistema de pagos nacional que quitaría el monopolio de Visa y MasterCard en el territorio de Rusia.
Medvédev ha declarado que los modelos extranjeros de sistema de pago, aunque son cómodos, no brindan confidencialidad y están expuestos a riesgos políticos, mientras que el sistema nacional protegería a los ciudadanos rusos, informa el diario 'Rossiysakaya Gazeta'.
"Hay que ver si se crea un nuevo producto o se crea una alternativa. Hay que vencer lo que se llaman las barreras de entrar en el mercado", dijo a RT el analista político y económico Carlos Puente Martín.
"Las comisiones que se pagan en los países usuarios por estos sistemas y de un sistema bancario nacional es un pago a una corporación de Estados Unidos. En este caso, pues, supondría un ahorro importante si son capaces de competir con otros medios de pago alternativos tanto a Visa, MasterCard u otras tarjetas de origen norteamericano", añade Martín.
Visa y MasterCard tienen prácticamente el monopolio de tales operaciones. Precisamente, ese nivel de control ha despertado preocupación, y es que tras las sanciones económicas de Estados Unidos contra Rusia debido a la reunificación de Crimea los clientes de cuatros bancos rusos vieron sus tarjetas prácticamente bloqueadas. No podían pagar en tiendas y el efectivo estaba disponible solo en los cajeros de estas entidades.
En peor situación se vieron los turistas rusos que en ese momento viajaban en el extranjero. Esas vacaciones fueron estropeadas por la política, porque sus tarjetas estaban asociadas a las compañías estadounidenses Visa y MasterCard.
En ese momento el Gobierno ruso volvió a la idea, que había sido debatida en la década de 1990 y en la primera del 2000, de crear un sistema de pago nacional propio que garantice la independencia económica. El presidente Vladímir Putin exigió realizar este programa a corto plazo, venciendo todos los obstáculos.
Efectivamente, China pudo probar que es posible crear un sistema de pago propio desde cero. Lo inició su Gobierno en 2002 y diez años después ya se habla de 3.000 millones de tarjetas operadas por la China UnionPay.
Los bancos rusos ya han anunciado que las negociaciones sobre la unificación de su sistema de pagos están en plena marcha. La nueva red podría ver la luz en dos meses, aumentando la competencia y mejorando la situación de los clientes.
Fuente: RT