El caso de un hombre que no fue autorizado a quedarse en casa para cuidar de su hijo, que tenía cáncer, inspiró al diputado autor del proyecto.
Por Luana De Micco
Para ANSA
El Senado de Francia aprobó una ley que permite "donar" días libres en el trabajo a un compañero que deba ausentarse por un hijo gravemente enfermo o víctima de un brutal accidente de tránsito.
La aprobación en la cámara alta se produjo luego de que en enero de 2012 la Asamblea Nacional (diputados) diera media sanción a la iniciativa del diputado de derecha (UMP) Paul Salen.
Un hecho solidario de 2009 inspiró a Salen. Christophe Germain, empleado en el establecimiento Badoit de Saint-Galmier (centroeste), se quedó en su casa acompañando a su hijo Mathys, de 11 años, que padecía un cáncer de hígado.
Germain primero agotó todas las licencias por vacaciones y descanso, luego obtuvo una serie de días por la enfermedad. Pero luego de tres meses, la asistencia sanitaria le dijo que él no era el enfermo y debía volver al trabajo, si no quería perder su empleo.
En ese momento se desató una cadena de solidaridad de los compañeros de trabajo que organizaron una verdadera "colecta de horas" y, en menos de dos semanas, recogieron 170 días de descanso.
La dirección dio su conformidad y el padre desesperado, sin perder ni el trabajo ni el salario, pudo regresar junto a su hijo. El niño murió en diciembre de ese año.
El proyecto de ley fue presentado en el Parlamento y recorrió su camino en ambas cámaras.
Los senadores lo aprobaron en la sesión de hoy, con excepción de los comunistas, que dijeron preferir una lógica de "solidaridad universal", y algunos socialistas que se abstuvieron por considerar que la solución "no es satisfactoria en el plano jurídico".
"El texto es sostenido por una real expectativa de la población, de la necesidad de solidaridad y de ayuda mutua, y permite a las familias conciliar la profesión con momentos trágicos de la vida", destacó la senadora de la UMP Catherine Deroche. Formas similares de solidaridad entre compañeros de trabajo existen en algunas grandes empresas del país, pero el sector público quedaba excluido.
La ley, que debería tomar el nombre del niño Mathys, permite donar anónimamente los días de descanso (a condición de conservar cuatro semanas de vacaciones al año) a colegas que tengan hijos de menos de 20 años gravemente enfermos o incapacitados.
El padre, al cual se le pide presentar un certificado médico, tendrá el derecho al 100% del salario.
Se trata de una ayuda enorme dado que el código laboral concede sólo tres días al año por la enfermedad de un hijo y una licencia de 14 meses sobre tres años, no remunerada, en casos de una enfermedad grave.