Identificaron los restos de tres embarazadas asesinadas durante la última dictadura militar

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Las familias de las tres jóvenes secuestradas, Mónica Edith De Olaso, Alicia Beatriz Tierra y Laura Gladys Romero, guardaban la esperanza de que ellas hubiesen dado a luz en el campo de concentración.

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El Equipo Argentino de Antropología Forense halló los restos de tres mujeres embarazadas que fueron asesinadas por miembros del aparato represivo de la dictadura.

Hasta ahora las familias de las tres jóvenes secuestradas, Mónica Edith De Olaso, Alicia Beatriz Tierra y Laura Gladys Romero, guardaban la esperanza de que ellas hubiesen dado a luz en el campo de concentración.

Y suponían que los bebés habían llegado al mundo y aún estaban en manos de los represores, al igual que ha ocurrido con alrededor de medio millar de criaturas. Por eso más de 30 años después seguían buscándolos.

Pero este hallazgo echa por tierra aquellas ilusiones de los abuelos, tíos y primos porque confirma que las víctimas fueron asesinadas cuando aún estaban embarazadas, en dos, cuatro y seis meses de gestación, respectivamente.

"A pesar de la tristeza de conocer ese final atroz y confirmar que las jóvenes fueron asesinadas antes de dar a luz, pudimos conocer la verdad sobre lo ocurrido", sostuvo un comunicado de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los dos centenares de víctimas que han conseguido encontrar y dar nombre y apellido figuran las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devincenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco, Angela Aguad y la monja francesa Leonie Duquet.

Esas mujeres habían sido secuestradas por la dictadura entre el 8 y 10 de diciembre de 1977, y fueron embarcadas en un "vuelo de la muerte" -un avión Skyvan PA-51 de la Prefectura Naval- que la noche del 14 de diciembre de 1977 las arrojó vivas al mar.

Los cadáveres aparecieron seis días después en las playas de la localidad turística Santa Teresita, arrastrados por la corriente marina, y fueron inhumados como NN en el cementerio de General Lavalle.

Recién en 2005 el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) pudo identificar los cadáveres y a la vez certificó que los huesos presentaban fracturas múltiples causadas por la caída desde gran altura y el impacto con el agua.

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