La comisión vaticana contra la pedofilia denunció resistencias a combatir a los curas abusadores

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"Es muy importante asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas y procedimientos eficaces y transparentes", señaló el cardenal Sean Patrick O'Malley.

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Sean Patrick O'Malley, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.
Foto: AFP

 

"El bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión". Ese es el principio fundamental por el que se guía la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, el organismo contra la pederastia creado hace un mes y medio por Francisco y cuyos ocho miembros (entre los que se incluye Marie Collins, una víctima de abusos sexuales a manos de un sacerdote) por primera vez se han reunido en los últimos tres días.

En breve, los miembros de esta especie de patrulla vaticana contra la pederastia informarán al Papa de sus propuestas para proteger a los menores de todo el mundo de posibles abusos sexuales a manos de sacerdotes o de personal relacionado con la Iglesia. Pero el cardenal Sean Patrick O'Malley, el monje capuchino al frente de la diócesis de Boston donde en 2002 estalló un gigantesco escándalo de pederastia, resumió en dos palabras el núcleo de su mensaje: responsabilidad local. Es decir, las conferencias episcopales (y más concretamente los obispos) deben de asumir la responsabilidad de prevenir, evitar y perseguir los abusos sexuales en sus diócesis.

"Propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de ''prácticas mejores'' para la protección de todos los menores, mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante los abusos", señalaba O'Malley en la rueda de prensa que esta mañana ha dado en el Vaticano. "Consideramos que es muy importante asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas y procedimientos eficaces y transparentes".

Las palabras de O'Malley cobran especial significado a la luz del reglamento que la Conferencia Episcopal Italiana ha aprobado para tratar los casos de pederastia. El texto, bajo el encabezamiento 'Líneas guía para los casos de abusos sexuales contra menores por parte de clérigos', señala que "bajo la legislación italiana el obispo, no revistiendo la calificación de oficial público ni de encargado de servicio público, no tiene la obligación jurídica -salvo el deber moral de contribuir al bien común- de denunciar a las autoridades judiciarias noticias que haya recibido sobre hechos ilícitos objeto de la presente guía.

"Durante nuestros encuentros, cada uno de nosotros ha compartido ideas, experiencias y aspiraciones sobre esta Pontificia Comisión. Respondiendo a la solicitud del Santo Padre, la discusión se ha centrado en la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias. En nuestras conversaciones también hemos examinado muchas propuestas sobre la forma en que la Comisión podría colaborar con expertos de sectores relacionados con la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables. También nos hemos encontrado con varios miembros de la Curia romana de cara a una futura cooperación, entre ellos representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación para el Clero, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de la Gendarmería Vaticana", señalaron.

O'Malley también ha reconocido que aún existen ciertas resistencias dentro de la Iglesia a la hora de admitir la gravedad del problema de la pederastia. "Mucha gente cree que es un problema que se limita a ciertos países del mundo y cuya importancia se ha exagerado. Y no es verdad", aseguraba. "La Iglesia tiene que estar siempre controlando, monitorizando lo que hace al respecto. Uno puede tener unas políticas muy bonitas, pero las tiene que implementar. Debemos monitorizarnos a nosotros mismos" .

La nueva comisión sobre la pederastia ya ha dejado claro que no se ocupará de los casos individuales de abusos, pero que podrá presentar sugerencias sobre las normas para garantizar la responsabilidad y las mejores prácticas. "Presentaremos propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso , así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias", indicaba el cardenal O'Malley.

Fuente: El Mundo

 

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