La fiscal del juicio por intento de homicidio en un cruce entre facciones de La Doce no acusó a Di Zeo

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La fiscal del juicio por el intento de homicidio de un barra de Boca por parte de una facción de La Doce, Mónica Cuñarro, no acusó a Rafael Di Zeo jefe de un grupo de la hinchada; sólo reclamó una pena de 14 años para Gabriel Polilla Melo, otro barra xeneize sometido a proceso por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la Capital Federal.

Albino Stefanuolo, abogado de la víctima en el juicio, Laluz Fernández, alias El Uruguayo, pidió al tribunal que condene a 12 años de cárcel  Di Zeo por el delito de "homicidio agravado en grado de tentativa". El letrado querellante solicitó también 12 años de cárcel para Polilla Melo al acusarlo de "ejecutor" de la tentativa de homicidio de El Uruguayo.

La fiscal Cuñarro no acusó a Di Zeo porque en primera instancia el Ministerio Público no había pedido la elevación a juicio de la causa en la que estaba imputado el ex jefe de La Doce.

 

Denunciaron protección policial a Di Zeo

Tanto la querella como la Fiscalía revelaron una presunta "protección" a Di Zeo por parte de personal de la Policía Federal y de los dueños de "Cocodrilo", el boliche donde ocurrió el hecho ventilado en el debate. Cuñarro recordó que las armas secuestradas luego fueron rotas para que los peritos concluyeran que no eran aptas para el disparo, mientras que Stefanuolo se refirió a "una cadena de encubrimiento" en favor de los imputados.

En su alegato, la fiscal lamentó la reticencia de algunos testigos y recordó un pasaje de la película "El Padrino" en la que uno de los protagonistas dice que el ciego, sordo y mudo vive 100 años. "El que habla rompe el código de la omertá", enfatizó Cuñarro en referencia al "código de honor" de la mafia siciliana que impide informar a terceros sobre actividades o personas de la organización.

Respecto a la calificación legal, la fiscal sostuvo que se trató de un homicidio agravado por "alevosía" ya que la victima "estaba indefensa", "desarmada" y "de espaldas" a su agresor, quien se comportó de manera artera, como un "traidor" y "cobardemente" porque "no corrió ningún riesgo".

Tras los alegatos de la querella y la fiscalía, el tribunal, presidido por Domingo Altieri e integrado por Martín Vázquez Acuña y Alberto Huarte Petite, pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10.30 cuando tiene previsto escuchar los argumentos del defensor de Di Zeo, José Monteleone, y de los otros acusados, Polilla Melo, Walter Gazzolo y Fernando Sicilia.

El hecho ventilado en el debate ocurrió cerca de las 2.30 del 11 de marzo de 2011, en la zona del boliche y restaurante Cocodrilo, situado en Gallo 1311, de Barrio Norte.

En aquella oportunidad, Omar Suárez, dueño del local, contó a la prensa que todo comenzó cuando "un grupo de gente se hallaba comiendo en el restaurante e ingresó otro grupo. Allí se originó una discusión, y en un momento se escucharon detonaciones".

En esa reyerta, Laluz Fernández resultó gravemente herido de dos balazos por la espalda, uno con orificio de salida por el estómago, en tanto que su agresor y quienes lo acompañaban se marcharon del local.

El herido fue asistido por personal de la comisaría 19na. de la Policía Federal y del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME), y luego trasladado al hospital Rivadavia, donde quedó internado lo y intervinieron quirúrgicamente.

Tras el hecho, la esposa de El Uruguayo, Elisa Ferreiro, declaró ante la Policía que cerca de las 2 había recibido un llamado de su esposo al celular, en el cual le balbuceó: "Fue Polilla y ...Di Zeo", y aclaró que no entendió si su marido le dijo que fue el jefe de la barra o "un hombre" de él.

En tanto, los allegados a la víctima revelaron que por entonces El Uruguayo no iba al estadio de Boca y estaba alejado del club, tras haber sido absuelto en una causa por robo.

 

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