"Paramos porque entendemos que la sociedad pernambucana no puede continuar sufriendo", dijo Joel Maurino uno de los representantes de la Policía Militar.
La huelga de la Policía Militar (PM) y el cuerpo de Bomberos de Recife, una de las doce sedes del Mundial de fútbol de Brasil, terminó tras 24 horas de violencia que dejaron al menos 234 detenidos.
Tras la asamblea realizada frente al palacio de gobierno en Recife, policías y bomberos decidieron poner fin a la huelga que había sido declarada ilegal, pese a que no todos los miembros se mostraron de acuerdo.
Los desórdenes comenzaron al caer la noche del miércoles y se prolongaron durante la madrugada, con ataques de decenas de personas contra comercios y camiones que transportaban alimentos.
La Policía Civil informó que en las últimas 24 horas, al menos 234 personas fueron detenidas por delitos de robos, hurtos, tenencia ilegal de armas de fuego o asalto de propiedad privada.
El gobernador de Pernambuco, João Lyra Neto, pidió refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad, un organismo entrenado para combatir disturbios que depende del Gobierno federal, a fin de garantizar el orden en las calles, ante la decisión inicial de los policías de mantener la huelga que reclamaba mejoras salariales.
Horas después, los funcionarios decidieron poner fin al paro: "Paramos porque entendemos que la sociedad pernambucana no puede continuar sufriendo", dijo uno de los representantes de la Policía Militar Joel Maurino.
Minutos más tarde, varias patrullas de la PM abandonaron los cuarteles y retomaron su actividad en la zona sur de la ciudad.
Los disturbios de Recife tuvieron lugar a 28 días de que comience el Mundial de Fútbol 2014 y en el marco de una nueva jornada de protestas masivas en Brasil contra los altos gastos del torneo y en demanda de mejores servicios sociales.
Además de los detenidos y los daños materiales derivados de la ola de violencia, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) había cancelado los dos encuentros de la liga brasileña programados para este fin de semana en Recife por la falta de seguridad que se vivió en la ciudad.
La CBF confirmó la decisión de atrasar el Naútico-Vasco y el Sport-Bahia que debían ser disputados los próximos sábado y domingo, respectivamente, en el estadio del Mundial, Arena Pernambuco, y en el Adelmar da Costa Carvalho.
La CBF se refirió a la falta de seguridad derivada de la huelga para atrasar estos dos encuentros y precisó que no tendrían lugar hasta junio en caso de que se mantenga la decisión.
La máxima autoridad futbolística de Brasil tomó esta determinación tras el pedido de la Federación Pernambucana de Fútbol (FPF), que fue comunicado a los clubes, quienes respaldaron el cambio de calendario.
Por la misma razón, varios eventos culturales así como un encuentro empresarial que iban a tener lugar en los próximos días en la capital de Pernambuco fueron también cancelados.
Por otro lado, instituciones educativas como la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE) avisó a sus alumnos de que mañana viernes se retomarán sus actividades académicas y administrativas, que también se habían visto perjudicadas por el paro.
Las manifestaciones que sacudieron gran parte del país se producen días antes de que comience el mayor torneo futbolístico del mundo y cerca de un año después de que cientos de miles de brasileños protestaran durante las dos semanas que duró la Copa Confederaciones de la FIFA.
Fuente: Minuto Uno