La final de la Copa del Mundo la perdieron los delanteros de Argentina. Sin más vueltas. El planteo de Alejandro Sabella contra Alemania dio mejores resultados en el campo que todos los que ensayó durante el Mundial, más si se repara en el rival para la evaluación nacional.
La Selección le creó más situaciones de gol al campeón del mundo que a los rivales que enfrentó para llegar a la final.
Argentina se metió atrás de entrada, controló a Alemania al borde del área de Romero, con el riesgo que eso implica, pero no padecía porque la marca no tuvo problemas para ser un frontón que rebotaba rápido la pelota hacia adelante para poner a correr a los tres puntas, o dos y medio porque Lavezzi se metía en la más avanzada de las dos líneas de cuatro que defendían cuando Alemania tenía la pelota.
Higuaín falló un gol imposible
Y así, con ese esquema, Argentina estuvo por convertir a los 20 minutos, cuando Higuaín mandó la pelota afuera luego de recibir un pase en contra de Kroos que lo puso mano a mano con el arquero Neuer.
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En el Mundial, el Pipita erró una chance de las que tiene más convertidas que de las otras en su carrera. Alemania no había tenido ninguna situación con tanta claridad, a pesar del monopolio de la tenencia de la pelota que ejercía con el consentimiento de la Selección. La segunda vez que quedó frente al arquero, el Pipa la mandó a las piolas de cabeza, pero la jugada fue anulada por posición adelantada del nueve.
Messi no fue la excepción
En el segundo tiempo, Sabella puso al Kun Agüero por Lavezzi y de entrada el equipo salió parado más adelante que en el primer tiempo. En tres minutos, Messi tuvo una situación inmejorable, impensado que lo perdiera desde la posición a la que llegó a rematar: perfilado por la izquierda del área y sin más obastáculos que Neuer entre la pelota, que le filtró Biglia con precisión entre los centrales, y la red.
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Messi le entró de zurda a la pelota con la mira en el segundo palo del arquero alemán, pero el disparo salió afuera. En el primer tiempo había registrado el crack rosarino su anterior intervención desequilibrante que fue abortada en la boca del arco por Boateng.
A Palacio también se le mojó la pólvora
Después de ese inicio auspicioso del segundo tiempo, Sabella mandó a la cancha a Rodrigo Palacio por Higuaín. El delantero del Inter de Milán vino a tener una chance inmejorable a los seis minutos del primer tiempo del suplementario. Y la erró.
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Marcos Rojo desde la izquierda le tiró un pelotazo llovido a Palacio a la espalda de Hummels con una precisión notable para que el delantero entrara a definir mano a mano con la bola dominada. El ex Boca ensayó un sombrero al arquero pero la pelota se fue por la línea de fondo a más de un metro del palo derecho del Neuer.
El peor final
Los alemanes también erraron, pero siempre después de una defección en la definición de uno de los delanteros argentinos.
Las pifias de los tres delanteros fueron decisivas para que el partido que en defensa había sido controlado con prestancia por el resto del equipo no estuviese a favor de Argentina. Lavezi mientras estuvo en la cancha y el Kun cuando lo reemplazó no dispusieron de chances de gol.
Al final, Götze definió con maestría una pelota que le pasó Schürrle desde el costado izquierdo de la cancha, después de burlar a Mascherano y Zabaleta que le doblaron la marca.
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El centrodelantero bajó el balón con el pecho y definió cruzado al palo izquierdo de Romero. Infló la red y aseguró la cuarta Copa del Mundo para Alemania. La perdieron los delanteros de Argentina. Y para confirmarlo, en el último minuto pateó un tiro libre a varios metros arriba del travesaño.