Estados Unidos abona con bombardeos aéreos y provisión de armas el fuego cruzado entre kurdos e islámicos en el Norte de Irak. El presidente de la zona autónoma kurda en el norte iraquí, Massud Barzani, había hecho un reclamo de armas para combatir contra la milicia islamista. A continuación, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió que los ataques estadounidenses en el norte de Irak "continuarán mientras sea necesario".
"Trabajamos con el gobierno iraquí para suministrar armas a los kurdos, que las necesitan urgentemente", dijo hoy Harf.
"Los iraquíes ponen a disposición las armas que tienen en sus depósitos y Estados Unidos está haciendo lo mismo", precisó, según reportó la agencia de noticias DPA.
Barzani calificó como "decisiva" esa medida y el "inmediato apoyo militar de Estados Unidos y otros amigos", según escribió en The Washington Post. "Cuanto más se retrase, más difícil será la lucha", precisó.
Por su parte, la cadena de televisión NBC, que cita como fuente a funcionarios gubernamentales, indicó que Estados Unidos venía enviando armamento y munición a los kurdos "por medio del gobierno iraquí en Bagdad".
"La revelación de que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) envía armas directamente a las fuerzas kurdas surge mientras Estados Unidos sigue llevando a cabo ataques aéreos contra posiciones del EI", añadió NBC.
Las fuentes dijeron a los medios que la CIA envía a la Peshmerga "una variedad de armamento, incluidas armas pequeñas y lanzagranadas".
Además, los ataques aéreos autorizados por Obama continuarán, según los funcionarios, "para emparejar las condiciones de enfrentamiento entre las fuerzas kurdas, superadas en armamento, y los combatientes de EI", agregó la cadena.
Estados Unidos realiza desde el pasado viernes ataques aéreos en Irak en apoyo de las fuerzas kurdas, mal armadas e insuficientemente enfrenadas.
Los extremistas del EI, que conquistaron amplias partes del país y de Siria, luchan sin embargo con armas modernas de Estados Unidos abandonadas normalmente por las fuerzas de seguridad iraquíes.
Irónicamente, los ataques aéreos estadounidenses pretenden también destruir sus propias armas que cayeron en manos de extremistas.
Fuente: Télam