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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que "no pedirá permiso" a nadie para vender alimentos a "países amigos", tras conocerse que la Unión Europea trata de evitar que países latinoamericanos se aprovechen del embargo ruso a productos europeos.
Interpelado en un encuentro con medios de comunicación sobre el eventual malestar que podría generar la postura de Ecuador ante la Unión Europea, Correa dijo que no tiene constancia de quejas de las instituciones europeas sobre este tema, puntualizando que, en caso de producirse, recibirán la respuesta oportuna. "Hasta donde sé Latinoamérica no es parte, al menos todavía, de la Unión Europea", señaló.
Esta semana el periódico The Financial Times señaló, citando a uno de los altos cargos de la UE, que la posibilidad de que América Latina reemplace a la UE en el mercado de alimentos de Rusia causa preocupación en Bruselas, que planea mantener conversaciones políticas para disuadir a algunos países latinoamericanos de que aumenten sus exportaciones a Rusia.
El ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, considera que su país tiene una gran oportunidad para mejorar sus exportaciones hacia Rusia después de que Moscú tomara "la decisión de comprarle a América Latina". En ese sentido, el funcionario adelantó que Quito puede ofrecer a Moscú hortalizas, frutas y productos del mar, aunque —según aclaró— la lista específica de las posibles propuestas en la actualidad se encuentra en estudio.
Rusia ha prohibido por un año la importación de ternera, cerdo, verduras, hortalizas, frutas, carne de ave, pescado, quesos, leche y productos lácteos desde EE.UU., la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega, en respuesta a las sanciones que le han impuesto esos países.
Fuente: RT