"Esto no es un hecho que parta ahora (...) la preocupación sin dudas existe (ya) que pueda haber grupos de desquiciados que puedan colocar artefactos explosivos en lugares donde pueden dañar a las personas". La presidenta chilena Michelle Bachelet se refirió en esos términos al estallido de una bomba en el Metro de Santiago, que causó 14 heridos.
"Esperamos que pronto se pueda identificar a los responsables para que puedan ser detenidos y castigados", agregó la mandataria que transita su segundo mandato alternado en La Moneda desde marzo, sin precisiones sobre la procedencia y las motivaciones de los autores, sobre quienes el gobierno trasandino no tendría mayores datos, según declaran en los medios los funcionarios responsables, además de la jefa de Estado.
En Chile estallaron 198 bombas desde 2005, de las cuales una treintena agitó el clima político y social durante el año en curso. La más potente explotó el lunes en una estación del Metro de Santiago.
Hasta después del acto del 11 de setiembre en consonancia con el 41º aniversario del golpe del militar Augusto Pinochet al presidente constitucional Salvador Allende, el gobierno de Michelle Bachelet no había podido dar indicios de estar rumbeado respecto a los autores y las motivaciones de las explosiones que tienen una historia infinitamente más larga que la del estruendo que causó heridos esta semana.
En una nota titulada Lo que se sabe de los atentados en Chile, publicada por BBC Mundo con la firma de Veronica Smink, resalta que "por el momento no se sabe quiénes son los responsables ni por qué actúan, ya que los autores no han dejado indicio alguno".
Antes, la nota cita que, según el diario El Mercurio, en total 198 artefactos explosivos fueron instalados desde 2005 en cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas, restaurantes, estaciones del metro e incluso frente a una iglesia y una guardería. Y agrega que nada se sabe, "a pesar de que el país nombró a un fiscal especial para investigar estos hechos".
En tren de especulaciones, se suman hipótesis, aunque con un nivel de precisión impropio para fuentes oficiales. La Fiscalía Nacional y muchos medios chilenos -cita la BBC- atribuyen los ataques a grupos antisistema y anarquistas, aunque se desconoce con exactitud cuántos serían. Mientras que la fiscalía habla de unos 15, el gobierno señala que podrían ser más. Algunos analistas también especulan con la posibilidad de que los autores sean extranjeros.
El analista político Cristóbal Bellolio, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, citado por el portal DW no cree que pueda configurarse un escenario donde sea posible hablar de terrorismo a gran escala en Chile. “No estamos seguros de quiénes están detrás de estos ataques cobardes, pero el sentido común indica que son acotados grupos pseudoanarquistas con rasgos sociopáticos. Es decir, no parece haber un petitorio claro y consistente de parte de una organización, como ocurre en otras partes del mundo donde los terroristas tienen demandas nacionalistas o religiosas”, planteó.
Anarquistas o extremistas de derecha, en el foco de las acusaciones
El analista político chileno Guillermo Holzmann le dijo a Infobae se consideran dos hipótesis: la teoría de un grupo "anárquico o neo anárquico que está más allá del sistema político" o "un grupo de ultraderecha desconocido hasta ahora".
En el seno de las fuerzas de seguridad chilenas, señalan como responsables de las bombas a grupos anarquistas que combaten contra el sistema. “Aún existen este tipo de grupos en el país. En los últimos diez años han sido bastante activos, fundamentalmente en las universidades. Nacen compuestos por gente de clase media-alta y comienzan un proceso de radicalización”, le dijo al diario El Tiempo (Colombia) el psicólogo social Erik Marín, ex asesor de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros de Chile.
No obstante, advierte el medio colombiano, otros estudiosos aseguran que diferentes sectores, como la extrema derecha, también tendrían motivos para manifestarse en contra del Estado.
“Algunos hablan de la extrema derecha, que está en contra de la reforma tributaria y de los intereses de la presidenta Michelle Bachelet, pero también de los indígenas mapuches”, aseguró Fernando Javier Cvitanic, profesor chileno e investigador en Relaciones Internacionales. Para Cvitanic, el inconformismo con la inequidad económica chilena podría ser otra de las causas del fuerte accionar de estos grupos contra el sistema. “Hay muchos chilenos a quienes la bonanza no ha llegado a sus bolsillos. De este inconformismo se aferran estos grupos para cuestionar al Estado”, agregó Cvitanic.
La derecha política culpa a Bachelet
El analista político Patricio Navia, profesor en la Universidad de Nueva York, fue consultado por DW sobre el efecto del último atentado, que causó 14 heridos, sobre el gobierno de la presidenta chilena. "Como candidata, Bachelet prometió que no usaría la Ley Antiterrorista para lidiar con el conflicto mapuche, limitando sus propias alternativas y generando la percepción de que sería débil para combatir el terrorismo si éste estaba asociado con ese conflicto. Por eso ahora la derecha está interesada en aprovechar la ocasión para dañar a la presidenta. Aunque no se conocen las causas del atentado ni a los responsables, la derecha ha aprovechado de golpear a Bachelet como una presidente débil contra el terrorismo”.
