A punto de celebrar el 50 cumpleaños de Mafalda, Joaquín Salvador Lavado, "Quino", pidió como deseos que Argentina y el mundo "salgan adelante" y "vivamos todos en paz", durante la inauguración de una muestra en Buenos Aires sobre su personaje más popular.
"El mundo según Mafalda" refleja a través de viñetas la visión de esa niña curiosa y rebelde sobre los problemas que acechan a nuestro planeta, al que a veces considera enfermo, otras sucio, triste y al que incluso trata de embellecer aplicándole las cremas de su madre.
Aunque las guerras del siglo XXI son otras que las que inquietaban a la pequeña Mafalda décadas atrás, Quino lamentó que sigan existiendo y consideró que es una de las mayores paradojas a las que se enfrentan los niños.
"Por qué me dicen que hay que ser bueno y no pelearme con nadie, si los adultos no paran de hacer exactamente eso?", se cuestionó el genial ilustrador argentino durante una rueda de prensa en la Usina del Arte, sede de la exposición que se abrirá al público.
Los visitantes serán recibidos por una imagen gigante de la niña de vestido rojo y después podrán jugar a rellenar historietas con Mafalda y sus inseparables amigos -Susanita, Felipe, Manolito, Miguelito, Guille y Libertad- o animarse a dibujar otras nuevas.
También podrán asomarse a una habitación que recrea un salón porteño de clase media de los años sesenta y compartir los gustos y manías de la protagonista de la exposición.
Entre los primeros, un tocadiscos reproduce a sus amados Beatles, mientras que de una vieja televisión emerge la sintonía de la serie de animación "El pájaro loco" y una pared se llena de flores para recibir a la primavera; entre los segundos, reparte sus dardos contra la sopa y las moscas.
Objetos surgidos de la imaginación de Mafalda cobran vida en la muestra, entre ellos la mochila propulsada por un sifón o el célebre colador convertido en "casco que deja pasar las ideas".
Como ocurre con Mafalda en las viñetas, la preocupación por la guerra reapareció varias veces en el discurso de Quino.
Hijo de inmigrantes malagueños, confesó que su inquietud fue muy temprana, porque en su casa "se vivió muy dramáticamente" la guerra civil española, que estalló cuando él tenía tan solo cuatro años, y siguió con asiduidad las noticias cuando después comenzó la segunda guerra mundial.
Por eso, deseó que no se produzca una tercera y que la humanidad tome conciencia también de otras actitudes que hacen que el "planeta funcione mal", como la deforestación del Amazonas, el pulmón mundial.
Al ser preguntado si es más dura la infancia en el siglo XXI o cuando le tocó a él, el padre de Mafalda subrayó que "ser niño es muy difícil en cualquier época", aunque aseguró que es la primera vez que ve una situación como la que atraviesan los menores mexicanos, "que cruzan solos la frontera entre Estados Unidos y México, son devueltos a México y están ahí como parias".
Fuente: Excelsior