El senador nacional por la UCR Ernesto Sanz lanzó formalmente su precandidatura presidencial en el Luna Park, donde prometió poner al país en el camino del "desarrollo y el progreso", reivindicó la constitución del Frente Amplio Unen (FAU) y llamó a "no cerrar la puerta" a futuros acuerdos de cara al 2015.
Con todo, el titular de la UCR dejó abierta la posibilidad de ampliar el FAU en el futuro al afirmar: "No podemos declarar terminada la construcción de esa mayoría, ni debemos cerrarla con un candado para que nadie más pueda entrar en ella".
"Sabemos que nos queda mucho por sumar, pero para construir una mayoría política, lo principal es el para qué. Luego vendrá con quién", insistió.
De esta manera, el precandidato radical envió una clara señal a los candidatos a gobernadores de una decena de provincias que lo escuchaban atentos desde la primera fila y que intentan tejer alianzas distritales con el PRO y el Frente Renovador de Sergio Massa que les garanticen la victoria en sus distritos.
Entre ellos, se encontraban Gerardo Morales (Jujuy), José Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz), Julio Martínez (La Rioja), Mario Barletta (Santa Fe) y Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca), entre otros.
También eran de la partida Miguel Nani (Salta); Bautista Mendioroz (Río Negro); Juan Carlos Marino (La Pampa); Luis Naidenoff (Formosa); Atilio Benedetti (Entre Ríos) y los chaqueños Angel Rozas y Aída Ayala.
Si bien reivindicó la constitución del FAU, dejó en claro que "primero está lo que el país necesita; luego, las ideas compartidas; a continuación, el espacio común; y al final están las ambiciones personales."
Sanz -que dedicó un trecho largo de su discurso de casi una hora a la cuestión electoral- sustentó su dichos no sólo en la aspiración de ganar las elecciones en el 2015, sino además en la necesidad de que "esa misma mayoría sostenga a un gobierno coherente y estable".
"¿Debemos hablar con más gente para llegar a ser alternativa de gobierno? Sí. Pero no con la calculadora en la mano, sino con ideas y con propuestas para el país", agregó y volvió a dejar así abierta la posibilidad de confluir con el PRO en el 2015, algo que comparte con su socia de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, la única de los presidenciables del FAU invitados, en asistir al acto.
No obstante, el dirigente mendocino deslizó alguna crítica al jefe de Gobierno porteño respecto a su tolerancia con el negocio del juego.
"En esta Ciudad de Buenos Aires hay más del doble de máquinas tragamonedas que de establecimientos educativos. En esta ciudad es más fácil encontrar un lugar para apostar que un lugar para aprender", fustigó, en un guiño al precandidato a mandatario porteño, Martín Lousteau, quien se encontraba sentado en la tercera hilera junto a Carrió.
Sanz también dedicó cuestionamientos al líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
Fue cuando sostuvo que "en 2015 no habrá un ballotage entre dos nombres, sino entre dos culturas políticas: la del populismo o la de la República democrática" y agregó: "Por eso no se puede confiar en los que se presentan como renovadores pero hasta ayer nomás estaban felices en el barco que abandonaron."
En otro orden, Sanz prometió poner a la Argentina en el camino del "desarrollo y el progreso", combatir la corrupción, "convocar a un Acuerdo Nacional para bajar en forma escalonada la inflación", "ordenar el gasto público" y promover un "Plan Nacional de Seguridad", entre otras cosas.
Del encuentro participó buena parte de la estructura nacional del partido, intendentes, como Miguel Lungui (Tandil) y Miguel Pasini (Pergamino); legisladores nacionales y provinciales, además de los candidatos a gobernadores, que movilizaron a cientos de simpatizantes del interior del país.
Esto le permitió al senador nacional dar una demostración de fuerza frente a su rival interno, Julio Cobos, quien en mayo pasado presentó su precandidatura en la Federación de Box.
Sanz salió a un escenario de estética moderna, una hora después de iniciado el acto, transcurso de tiempo amenizado con música, en un clima de festejo liderado por jóvenes que bailaron y cantaron sobre el escenario.
Desde los palcos, los simpatizantes exhibían carteles de apoyo a Sanz "para que Argentina funcione", mientras los coros repetían la consigna de que el radicalismo "volverá a ser gobierno como en el `83".
Con el acto, el titular del radicalismo intenta apuntalar su pretensión de convertirse en candidato presidencial, algo que ya buscó sin suerte en 2011.