Familiares de “presos políticos” y representantes de la sociedad civil denunciaron frente a la PGR diversas irregularidades, a la vez que reclamaron la aparición con vida de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa.
En rueda de prensa, integrantes de la Asamblea Nacional Popular (ANP) destacaron que permanecerán en plantón frente a la PGR de manera indefinida y confirmaron que la noche del miércoles 31 los padres de los normalistas desaparecidos marcharán hacia la residencia oficial de Los Pinos.
La protesta forma parte del plan de acción que se lleva a cabo en esta temporada vacacional, en la que los inconformes han señalado que no descansarán hasta encontrar a sus hijos.
Algunos de los representantes de la Asamblea también acompañarán a los padres de familia en la manifestación del próximo 31. Una vez ahí, se instalarán en plantón.
Activistas de organizaciones como el Frente Oriente, quienes instalaron el plantón desde el viernes, exigieron la liberación de líderes sociales.
Entre los objetivos del plantón, resaltaron, está la presentación inmediata y con vida de todos los desaparecidos que fueron detenidos por las autoridades, entre ellos los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, en Guerrero.
También demandaron un alto a la persecución y hostigamiento de luchadores y activistas del país y la absolución de todos los procesados por motivos políticos e ideológicos en el país.
Además, asumieron como propio el llamado de los padres de los normalistas de no votar en las próximas elecciones.
Los activistas destacaron la detención de la estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Jaqueline Santa López, y del profesor de flamenco Bryan Reyes, quienes fueron detenidos el sábado 15 de noviembre por una veintena de agentes vestidos de civil y acusados de robar 500 pesos con dos cuchillos a una policía federal.
Ambos detenidos son activistas y formaron parte del Movimiento #YoSoy132 y, recientemente, habían participado en manifestaciones en solidaridad con los jóvenes de Ayotzinapa, desaparecidos entre el 26 y el 27 de septiembre en el municipio guerrerense de Iguala.
Fuente: Proceso
