"No puedo hacer conjeturas", aseguró Sandra Arroyo Salgado, esposa del fiscal Alberto Nisman hasta hace tre años, a los periodistas amontonados en la puerta del edificio donde funciona la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°45, a cargo de la investigación de la muerte del magistrado que había denunciado a la presidenta Cristina Fernández, entre otros, por encubrimiento del atentado a la AMIA.
Arroyo Salgado, jueza federal de San Isidro y madre de las dos hijas que tenía el magistrado muerto el fin de semana, afirmó que no haría "ningún tipo de especulaciones" y pidió respetar la investigación judicial en curso para esclarecer las condiciones que determinaron el fallecimiento del fiscal.
La ex esposa de Nisman realizó breves declaraciones a la prensa antes de ingresar a la fiscalía que conduce Viviana Fein para brindar su testimonio en el marco de la investigación.
Fein considera el suicidio como principal hipótesis del deceso que sirvió a la oposición política para tildar de mafioso y otros calificativos por el estilo al gobierno de Cristina Fernández.