River empató 1 a 1 de local con Tigres, de Monterrey, México, por la segunda fecha del Grupo 6 de la Copa Libertadores. Con este resultado, el conjunto de Marcelo Gallardo quedó último en su zona porque en el segundo turno Juan Aurich derrotó 2 a 0 como local a San José, equipo boliviano que le ganó al Millonario en la altura.
River Plate se vio obligado, por convicción y también por necesidad, a buscar el partido desde el arranque, pero se vio sorprendido por un buen equipo como Tigres, de México, al que no pareció tener "estudiado" de antemano, porque nunca pudo obturar sus puntos fuertes.
Y esas fortalezas de los mexicanos no estuvieron justamente en la faz defensiva, su punto más flojo, sino en el medio, donde sobresalió el uruguayo Egidio Arévalo Ríos, y sobre todos los costados ofensivos, esos que ocuparon el ex River Damián Alvarez y el ecuatoriano Joffre Guerrón, que alguna vez pasó por la cuarta y reserva de Boca Juniors.
Claro que los "millonarios" también "colaboraron" con algunos fallos propios que lo dejaron expuesto atrás, sobre todo por el lado izquierdo de Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni, que siempre "padecieron" al moreno Guerrón.
Y de hecho un error del "mellizo" al cabecear hacia atrás y al medio, intentando rechazar una pelota llovida, posibilitó que Guerrón se fuera solo hacia gol después de eludir muy bien al arquero Julio Chiarini.
Cuando esto ocurrió iban 40 minutos del primer tiempo y River había desperdiciado dos buenas oportunidades con remates frontales de Carlos Sánchez y Leonardo Pisculichi tras errores defensivos de los visitantes.
En el arranque del segundo tiempo las cuestiones no cambiaron y los riverplatenses continuaron sufriendo cada contra de los de Monterrey, que solamente hacían padecer a su arquero, el ex Newell's y seleccionado argentino, Nahuel Guzmán, cuando sus centrales, especialmente su compatriota Guido Pizarro, daba muestras de no estar habituado a una posición que no le es habitual, ya que en Lanús siempre fue volante por el medio.
Pero paradójicamente el destino le terminó dando una mano a River cuando apenas transcurridos cinco minutos del período final Funes Mori chocó violentamente con su arquero fuera del área y debió ser reemplazado por el colombiano Eder Alvarez Balanta.
Y con el moreno defensor en cancha no solamente River ganó en solidez defensiva, sino que además tuvo salida clara desde el fondo con algunas apiladas muy celebradas por la multitud que copó el Monumental.
Así, los dirigidos por Marcelo Gallardo pudieron pensar el partido con más tranquilidad, sin tener que mirar tanto de reojo a los del fondo, y de tanto ir y aprovechar las dificultades de la zaga central mexicana llegaron a la igualdad sobre los 27 minutos, merced a una espectacular tijera uruguayo Carlos Sánchez.
Pero el cuarto y pico de hora que quedaba fue diferente a lo imaginado, porque si bien lo intentó y hasta tuvo un disparo de otro uruguayo, Rodrigo Mora, en el palo izquierdo de Guzmán, el local no pudo inclinar la cancha como hubiese querido, ya que Tigres también fue en busca de la ventaja perdida y tuvo en el brasileño Rafael Sobis al hombre que encabezó y organizó cada ataque, hasta dejarlo nuevamente a Guerrón con la chance de marcar el segundo, algo que malogró por la escasa potencia del disparo final.
Por eso final fue altamente emotivo, con los dos buscando sin especulaciones, sobre todo los mexicanos, a los que el punto le sentó mejor por venían de vencer en el debut al peruano Juan Aurich, que el jueves próximo rival de un River que en el debut había caído en la altura de Oruro ante el boliviano San José.
Y pese a las quejas previas, el campo de juego estuvo en malas condiciones para los dos. Una excusa que al final no pudieron esgrimir los protagonistas para justificar errores propios que también podían reconocerse como virtudes ajenas. Por eso todo quedó igualado.