Por causas que se contraponen según quien las exponga, el gobierno de Francisco Pérez no pudo pagar los sueldos públicos de una sola vez. Los funcionarios de Hacienda atribuyeron el problema a la burocracia del Banco Nación, mientras la atmósfera era copada por las versiones sobre la incidencia de la pelea del gobernador con el kirchnerismo por el armado de las listas en la disponibilidad de recursos de la Administración local.
El martes, mientras los gremios opositores protagonizaban un paro de alto impacto por la restricción del transporte, principalmente, el gremio con más afiliados de la Provincia encontraba una excusa para protestar, por su cuenta, sin jugar con el sindicalismo opositor ni provocar daños con sus acciones.
También el martes hallaron los radicales otra causa para su campaña proselitista, aunque le dieron un uso notablemente menos preponderante que a la votación del Senado en contra de que la peronista Miriam Gallardo fuera jueza de la Corte. Pero al margen de la denuncia de un "atropello institucional" gravemente calificado, los radicales anotaron en el debe de la gestión provincial el "descalabro" de la cuentas del Estado.
El miércoles en la mañana, con la actividad normalizada después de los efectos de paro del martes, un puñado de dirigentes del gremio de los docentes y otro del de los empleados de la Legislatura se plantaron en la Casa de Gobierno con el reclamo por "55 mil sueldos estatales no depositados".
El ministro de Hacienda, Juan Gantus, descalificó la cuenta de los gremios. Según sus cálculos, unos 7.000 sueldos no fueron pagados, a pesar de que "el saldo está, la plata fue depositada". Desmintió el funcionario que haya una merma del flujo de fondos nacionales desde que el gobernador y el kirchnerismo quedaron enfrentados por las listas para los comicios que vienen.
