Tras el "error" que volteó a Gallardo, Pérez insistirá con su plan para pagar su futuro en el PJ con una tríada de cargos vitalicios

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El gobernador Pérez entregó viviendas junto al vice Ciurca en Las Heras el día después de la maratón de bolas blancas y negras que consagró a sus nominados para la Fiscalía de Estado y el Tribunal de Cuentas y volteó a su elegida para la Corte. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
El gobernador Pérez entregó viviendas junto al vice Ciurca en Las Heras el día después de la maratón de bolas blancas y negras que consagró a sus nominados para la Fiscalía de Estado y el Tribunal de Cuentas y volteó a su elegida para la Corte. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

El gobernador Francisco Pérez consideró que tenía los votos para que Miriam Gallardo fuese ministra de la Suprema Corte, pero un error de la senadora Carina Segovia privó a la presidenta del Concejo Deliberante de Maipú de ese cargo. Es la versión oficial del PJ en bloque sobre la caída de la militante del peronismo azul en un paquete de nombramientos con Fernando Simón para la Fiscalía de Estado, y Ricardo Pettignano para el Tribunal de Cuentas, un ciurquista y un fiel a los hermanos Omar y Emir Félix, controladores del Partido Justicialista en el Sur.

Sólo cayó la cuota pagada a Adolfo Bermejo en el reparto interno del PJ de los tres cargos vitalicios vacantes en el Estado. Los Félix y Ciurca facturaron su cuota. El "papelón" asumido por el peronismo en la elección de Gallardo dejó en segundo plano el brindis de los dos sectores internos del partido que gobierna que disputan espacios con el azul, de Juan Carlos Mazzón. Gallardo y Segovia están adscritas al sector del operador que acaba de ser echado de la Casa Rosada por dejar al kirchnerismo mendocino afuera del armado de la lista del PJ.

“Hubo un error humano involuntario, no se pudo corregir y aceptamos las reglas del juego”, sostuvo el miércoles Pérez, citado por El Sol, dando crédito a la versión que asumió Carlos Ciurca el martes, en medio de la maratón de bolillas blancas y negras del Senado.

Pérez insistió con que después de las PASO del 19 de abril nominará a otro candidato para integrar la Suprema Corte en el lugar que dejó vacante el jubilado Carlos Bhöm. Después de las PASO tendrá la interna del bloque oficialista resuelta. Podría, entonces, completar el llenado del cartón de la triada de cargos caros y eternos sobre los que tiene potestad para nominar candidatos hasta el 10 de diciembre.

En el Senado, el Frente para la Victoria tiene 20 votos y con 19 alcanzan para poner a un juez en la Suprema Corte o un fiscal de Instrucción de un departamento. La negociación del bloque sobre la votación a Gallardo se ensució por la interna electoral. El ex ministro Matías Roby operó a sus socios en las PASO para enfrentar al gobierno con los tres senadores del sector: José Scoda, María José Ubaldini y Matías Stevenatto, los dos primeros con bases en el sindicalismo y el otro un rival interno de los hermanos Bermejo en Maipú.

Con los tres, los votos del oficialismo son mayoría en el Senado, 20 contra 16 del radicalismo, uno del Pro y uno del Frente de Izquierda. A Gallardo la votaron 18 senadores, uno menos de lo necesario para mandarla a la Corte. Si Segovia se equivocó y puso bola negra por blanca, dos socios de Roby votaron a favor de la presidenta del Concejo maipucino. Nadie duda de la bolilla negra de Ubaldini.

En ese escenario, Pérez logró dos de los tres nombramientos que postuló. Y pagó con un papelón asumido como tal la caída del restante. Si el peronismo se ordena después de las PASO, el gobernador completará la tríada de cuño peronista con la nominación de otro aspirante a la Suprema Corte. Con el PJ ordenado, tendrá los 20 votos que necesita para cumplir un acuerdo. La tríada de magistrados repartida entre los sectores internos del PJ fue parte del pacto electoral que consagró a Adolfo Bermejo como candidato a la Gobernación.

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