"Yo me hago cargo de Viejas Locas"

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viejas locas

Pity Álvarez se refirió a las dos bajas que tuvo su banda hace una semana, en medio de un potente show de la segunda jornada del Cosquín Rock, y aseguró: "Vamos a abrir las cabezas".

En la misma jornada, los contrastes sonoros del metal de Almafuerte y del reggae se fusionaron sin perder identidad para impactar a casi 40.000 asistentes.

"Los dos chicos -aludiendo al "Fachi", bajista, y al guitarrista Sergio Hernández- decidieron por su voluntad dejar el grupo. Quiero dedicarles el recital. Gracias por el tiempo que pasamos juntos", dijo el artista minutos antes de que pisara el escenario principal.

La cuidada elección del repertorio y su modo sentido de decir, de cantar las letras durante la fresca noche de ayer, generó un clima emotivo y poderoso que condujo a los presentes a una travesía con tiempo para reencontrarse con la belleza de "638" -acertada elección como primer tema-, la casi devenida himno "Lo artesanal" o "No tengo pruebas".

Pity mostró una vez más una de sus marcas de guerra que lo destinan a ser un real "frontman", su capacidad de recorrer el escenario con vehemencia para minutos después generar un clima intimista y casi charlar con su gente, estableciendo una complicidad que permite cierto divague e ignora algunos pifies.

Dos guiños dedicados a su tribu que lo escuchaba embelesada entre banderas, saltos pero también con momentos de quietud fueron las dos canciones de Intoxicados, "Se fue al cielo" e "Inteligencia Intrapersonal" que recordaron la despedida del grupo durante el Cosquín del 2009, custodiados por Skay.

Los acordes de "Qué bueno estar con una piba como vos", con su estribillo que declara "sexo y rock and roll" conformaron la despedida del cantante y guitarrista, bien sostenido por su banda nueva, antes de que los uruguayos de La Vela Puerca subieran a escena para ratificar a lo largo de 23 temas su romance con los más jóvenes.

Durante la jornada del domingo, el escenario principal fue sede de contrastes entre la energía arrolladora de algunos grupos y la vitalidad mansa del reggae, dignamente encarnada en el homenaje a Bob Marley a cargo de Non Palidece e invitados para la ocasión.

La gente entonces pudo disfrutar allí de interesantes versiones de temas eternos del artista jamaiquino al promediar la tarde soleada, como la sentida "Three little birds" con la participación de Ciro Pertusi, o la apuesta fuerte de Carajo y su modo fuerte de enfatizar la letra de "War".

Los sonidos del barrio rockero antes habían sido sostenidos por Guasones y luego de los acordes rastas llegó la explosiva presentación de Catupecu Machu, con Fernando Ruiz Díaz, voz líder de la banda enojado con el gerente de marketing de una marca de fernet, quien no respetó su pedido de hacer circular pelotas durante el show.

La bronca del cantante no impidió su humor y la conexión fuerte que establece con el público que se materializó en el pogo de "Dale" para terminar bien arriba con "Lo que quiero es que pises sin el suelo".

El espacio destinado al metal tuvo su concurrencia fiel y numerosa que bramó con Horcas y mantuvo la atención durante la performance de la banda estadounidense de trash metal Exodus, que viene trabajando desde los 90.

De todos modos, "el escenario de los pobres" como lo bautizó Ricardo Iorio al fente de Almafuerte, se iluminó cuando esta banda copó la escena, con un fondo de video que insisitió con imágenes de la bandera argentina y el 17 de octubre para subrayar su performance más que poderosa.

Iorio se mostró emocionado y locuaz frente a una multitud -se calcularon más de 15.000 personas paradas frente a su escenario- y optó por hablar con los presentes apelando a la entonación casi gauchesca, con sus alusiones a la pobreza y a las inclemencias de esta vida.

Las Pelotas se cargó el cierre del festival al hombro con su experiencia de haber estado allí por decimotercera vez consecutiva en un festival que tiene 13 ediciones, y ofreció bellas versiones de los nuevos temas de su último trabajo discográfico "Cerca de las nubes".

La madrugada ganaba el predio cuando el recuerdo del fallecido integrante del grupo Alejandro Sokol sobrevoló la función y a su memoria fue el clásico "Para qué" en una velada donde otra ausencia también fue presencia, Luis Alberto Spinetta, recordado con aplausos durante la segunda jornada del Cosquín Rock.

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