La presidenta de la Asociación de Productores del Este de Mendoza (APROEM), Gabriela Lizana, denunció que la vitivinicultura está dominada por una serie de maniobras ilegales que determinan un escenario imposible para los pequeños y medianos productores de uvas. Un puñado de mosteros se beneficiaron con los subsidios estatales, un gran número de productores no cumplió con el cupo obligatorio para mosto y se generó un mercado negro de cupos, según las principales consecuencias denunciadas.
Según la visión de los productores englobados en la entidad del Este, la obligación de destinar el 35% de la uva a mosto no cumplió el objetivo predicado por los instrumentadores, que era reducir el stock de vino, sino que sirvió para el beneficio de unos pocos, en especial para los comercializadores de mosto.
"Desbordados de uva los únicos que se beneficiaron fueron los mosteros, pagaron muy poco por la uva forzando al Gobierno a poner plata para completar un valor más o menos razonable al productor", dijo Lizana en una entrevista con Estudio Cooperativa.
La presidenta de la entidad del Este agregó que "hay un gran sector que no va a realizar el mosto porque el mosto es tan barato que pierden mucha plata. Hacer el 35% de la producción de mosto es perder mucha plata, entonces algunos no lo hacen". Y, entonces, quienes cumplen con la normativa del cupo para mosto se ven perjudicados respecto a los que violan la prerrogativa.
"Estamos denunciando que se realizan muchas compensaciones sin tener en cuenta la verdadera situación del sector productivo. El que exporta no hace mosto, y el que fracciona tampoco, todas excepciones que no le llegan al productor", señaló Lizana.
El cóctel de la denuncia se completa con la creación del mercado negro de cupos. "Hemos advertido un mercado de venta de cupos, todos en el mundo vitivinícola lo saben pero no se animan a denunciar", dijo.
