El diario La Nación insiste en bajar 40% de los sueldos de los empleados de su planta impresora bajo amenaza de cierre para entregar la impresión a terceros. Este miércoles el edificio donde se imprime el diario, en el barrio de Barracas, amaneció cerrado y rodeado de policías que impidieron el acceso a sus operarios.
Detrás de los planes de flexibilización laboral e inminente cierre de la planta impresora los empleados y sindicatos que los representan vislumbran -además de ofrecerse como ejemplo de flexibilización empresa por empresa para el gobierno- la consolidación del matrimonio La Nación-Clarín, con quien el matutino de los Saguier encararía una impresión conjunta.
Tal como denunció la Federación Gráfica días atrás, “esta empresa ni por asomo se encuentra en dificultades económicas -reza el comunicado de la Federación- sino que por el simple hecho de maximizar aún más sus ganancias después de 150 años deja de imprimir su diario así tenga que sacrificar para ello tiempo de entrega y calidad de impresión”.
"Las trabajadoras y trabajadores de prensa de La Nación repudiamos la política empresarial de reducción y ajuste permanentes, que primero jaquea nuestro poder adquisitivo y finalmente elimina nuestros puestos de trabajo. Actualmente, la situación más acuciante la padecen las y los trabajadores gráficos de Zepita (Barracas), a quienes la empresa puso entre la espada y la pared con una disyuntiva de hierro para no cerrar la imprenta: 40% de retiros y prejubilaciones y 40% de reducción salarial para quienes continuaren trabajando", señalaron en un comunicado.
A pesar de que más de treinta trabajadores ya aceptaron su desvinculación y a pesar de que la parte sindical ya ha aceptado la reducción del 25% de sus salarios, la intransigente posición empresarial da casi por cerrada la negociación y amenaza con el cierre final de la planta, indicó el Sipreba.
"Amparados por un Gobierno que propone vivir en la incertidumbre, la conducción empresarial de La Nación parece haberse propuesto precarizar todo lo precarizable, cuando no cerrarlo", señaló el gremio.
De la planta de Barracas la protesta se trasladó al edificio del diario en Vicente López, donde montaron una carpa en repudio a la política de ajuste del diario, que ya había comenzado con retiros voluntarios masivos y reemplazos de periodistas por "colaboradores".
#Ahora en el edificio de @LANACION en Vicente López lxs trabajadorxs despedidxs acampan reclamando la reincorporación de las 100 familias que se quedan en la calle.#AgitáTuVoz pic.twitter.com/5v42LpAdqs
— Agitando Voces (@AgitandoVoces) 30 de enero de 2019