Axel Kicillof asumió como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Llegó a la Legislatura bonaerense acompañado de su familia. Estuvieron el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, que se retiraron tras el juramento.
Kicillof hizo un balance del panorama económico del país y de la provincia que le toca conducir, apuntando a la deuda, el desempleo y las industrias destruidas".
"Se aplicó una receta de endeudamiento y fuga de capitales. Un mal plan que además jalonado por negocios privados", resumió Kicillof sobre el estado del país y la provincia.
Anunció en su primer discurso en el cargo que dejará sin efecto el aumento de la tarifa energética que autorizó la ahora ex gobernadora María Eugenia Vidal.
“Con respecto al tema tarifas, al aumento –de la tarifa eléctrica– que estaba dispuesto para los próximos días, hemos decidido dejarlo sin efecto”, anunció Kicillof. “Y le vamos a pedir al presidente Alberto Fernández que retrotraiga a foja cero el ente regular para las energéticas”, agregó.
Vidal había autorizado un aumento del 25 por ciento.
Minutos antes, el gobernador se había referido a las tarifas y a las ganancias de las compañías eléctricas. Luego de señalar que las empresas había generado grandes ganancias, dijo que “si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa, es saqueo”.