"Tenemos para adelante muchas oportunidades comopaís. Este es un país con muchas riquezas. En hidrocarburos. Vaca Muerta es un enorme potencial, el precio del petróleo ahora no ayuda pero en algún momento eso se corregirá y ese potencial va a queffar al descubierto. La minería es un enorme potencial para la Argentina. Un mundo que seguro que después de la pandemia va a reclamar alimentos, tenemos que pensar como desarrollamos la agroindusrtia. Lo ideal sería dejar de vender alimentos para los animales que otros tienen y empezar a alimentar a nuetsros propios animales y vender nuestra carne faenada en el mundo. Pensar en las proteínas animales debidamente industrializadas nos daría a nosotros un valor agregado en aquellos que exportamos que sería muy importante".
De esta manera planteó Alberto Fernández algunas ideas pospandemia para el desarrollo del país. Fue en una charla ante el Consejo de las Américas de la cual participó también el ministro de Economía, Martín Guzmán.
"Tenemos que desarrollar el gas en Vaca Muerta, tenemos que venderlo en Chile. La oportunidad de desarrollar la minería de un modo no contaminante, socialmente aceptable. Toda la cordillera argentina es una gran oportunidad. Chile explota esa cordillera muchísimo, Argentina la tiene prácticamente inexplotada, y es la misma cordillera", reforzó el mandatario.
En una larga exposición, en la que remarcó el "esfuerzo" del gobierno en la renegociación de la deuda externa y pidió la "comprensión" de los bonistas ante la situación del país, Fernández marcó como ejes centrales de su gestión "inversión, producción, trabajo y desarrollo" y advirtió que "no hay forma de cambiar determinadas estructuras", si no es apuntalando esas premisas.
"Queremos que este momento trágico pueda convertirse en una oportunidad para hacer un sistema de desarrollo más equilibrado y mas justo", expresó y convocó a los países de la región a "aprovechar mejor la globalización" y unirse para ver "qué mejores acuerdos" se pueden lograr.
Admitió que en sus objetivos, la deuda "es un gran condicionante", ratificó su compromiso para que el esfuerzo no recaiga "siempre" en los más vulnerables e insistió: "Éticamente el deber que tenemos con esos sectores es tenderles una mano y sacarlos de la pobreza".
La "postración económica" del país será desactivada, según el plan expuesto por Fernández, a través de iniciativas enfocadas a la producción público-privada y que contemplan también el desarrollo de la hidrovía del Paraná, gas licuado, acuerdos con Chile para la salida al Pacífico, desarrollo no contaminante de la industria minera, industria pesquera y de software, entre otros rubros.
"Argentina sigue siendo un país que estructuralmente tiene mucha riqueza, que necesita de la asociación del Estado con el capital privado", subrayó y pidió "volver a unirnos", dejar de lado las "antípodas" y avanzar en "acuerdos que permitan alcanzar más rápido, más desarrollo y de forma más integrada".
"Podemos trabajar juntos; la Argentina de los últimos años fue la de 'los unos y los otros'; hay que terminar con esos falsos dilemas", juzgó y postuló un "acuerdo social" en el nuevo mundo, que tendrá como "verdaderas riquezas" a la educación, la ciencia y la tecnología.
Puso como ejemplo el nuevo satélite desarrollado por la Argentina, un logro que la ubica entre sólo 10 países del mundo con capacidad para esa industria, y dijo que, por eso, "el principal desafío" de su gestión es la educación.
"Nuestra gran preocupación es que la educación llegue a todos; si llega, todos tendrán futuro", pronosticó.