Como habían hecho en la final del año pasado, los hinchas del Corinthians lanzaron fuegos artificiales y bombas de estruendo a la madrugada frente al hotel de Boca, para no dejar dormir a Carlos Bianchi y sus futbolistas. El encuentro, que se disputará este miércoles desde las 22 en el estadio Pacaembú, será dirigido por el árbitro paraguayo Carlos Amarilla.
El objetivo era claro: perturbar todo lo posible la noche anterior al duelo que clasificará a Boca o al Corinthians a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Los hinchas del Timão lo hicieron una vez más, imitando lo de aquella vez en la previa de la final del 2012.
Se instalaron el martes a la noche en las inmediaciones del Hotel Hyatt de San Pablo, donde Boca concentra a la espera del partido de este miércoles, y alrededor de la 1.30 de la madrugada lanzaron fuegos artificiales y bombas de estruendo que captaron la atención de toda la zona.
Para Bianchi, "es el partido más importante" de su gestión actual en Boca
"Es el partido más importante desde que regresé a Boca porque decide muchas cosas y define la continuidad en la Copa, que es el objetivo principal", admitió el Virrey Carlos Bianchi en una conferencia de prensa luego del entrenamiento que realizó su equipo en territorio brasileño en el club Portuguesa.
"Las posibilidades son 50 y 50, jugamos con un gran equipo que es el actual campeón de la Copa. Es un rival que respetamos mucho y vamos a tratar de darle pelea en la mitad de la cancha donde ellos también ponen muchos jugadores, porque no olvidemos que Romarinho baja y Emerson también baja", adelantó el entrenador, que contará con el crack Juan Román Riquelme para que maneje del equipo.
"Román (Riquelme) y Clemente (Rodríguez) llegan bien. Clemente es rápido y vivaz, lo veo bien físicamente (viene de una distensión en el soleo de la pierna izquierda) y Román te maneja los tiempos, te maneja el equipo. Aunque no esté al 100 por ciento, con poco puede ayudar mucho", consideró Bianchi.
Fuente: Olé / Cancha Llena
