Por Alberto Bravo
Para DPA
El entrenador del momento en el fútbol español no es Luis Enrique, ni Rafa Benítez, ni Diego Simeone. Todas las miradas apuntan hoy al modesto Celta de Vigo y a Eduardo Berizzo, quien en estos días despierta admiración por sus triunfos, atrevimiento y sentido estético del juego. Vigo vivió el miércoles una noche mágica con el espectacular e inesperado triunfo 4 a 1 de Celta sobre Barcelona, que cedió ante un equipo que lo aplastó con sus mismas armas: presión, vértigo, juego y dinamita en la delantera.
La diferencia está en que Celta tiene un presupuesto anual de 35 millones de euros (39 millones de dólares) y Barcelona supera los 600 millones de euros (674,5 millones de dólares). Tras el partido, la prensa española llenó de elogios al equipo de Berizzo, que permanece igualado en la cima de la clasificación de la Liga española con Real Madrid y Villarreal, todos ellos con 13 puntos en cinco jornadas. "El Celta vapulea al Barcelona con un fútbol espectacular", tituló "Marca". Y "As" agregó que el conjunto gallego "lleva tiempo jugando muy bien".
Por su parte, la prensa de Barcelona creyó ver en Celta virtudes comparables a las del propio equipo blaugrana y "Sport" opinó: "El Celta pasó por encima del Barça. Tremendo palo. El líder se desmoronó de forma espectacular ante un rival muy superior en intensidad, sentido de la anticipación y agresividad. Fue un auténtico baño. El Celta pareció el Barça".
Los analistas responsabilizan a Berizzo de la efervescencia generada por un conjunto tan modesto como el Celta. A sus 45 años, y tras una buena carrera como central, cumple su segunda temporada como entrenador del conjunto español.
Como Paco Jémez en el modesto Rayo Vallecano, Berizzo pertenece a esa extraña estirpe de entrenadores que fueron defensores en su carrera como futbolista y que luego, ya como entrenadores, buscaron un juego atrevido y ofensivo para sus equipos. Pero no todo fue sencillo para Berizzo en Celta, pues la pasada temporada, y tras un buen comienzo, el equipo se desplomó tras la primera mitad del torneo y hasta se rumoreó con muchísima fuerza la posibilidad de una destitución que nunca se produjo. "Sabemos cómo es esto. Es lógico que tras una mala racha de resultados (los dirigentes) piensen en tomar decisiones", dijo entonces Berizzo, con profunda sangre fría. Su equipo reaccionó fulminantemente y finalizó la Liga de España en una magnífica octava posición.
Berizzo se declara seguidor de su compatriota Marcelo Bielsa, aunque también busca un equilibrio entre ataque y defensa. No le importa el perfil modesto de su plantel y se atreve a jugar con un "tridente" ofensivo. En la delantera tiene al Nolito, la gran estrella del equipo, y recuperó a Iago Aspas después de una mala experiencia en Liverpool. El trío lo completa el chileno Fabián Orellana, quien llegó en 2011 a Celta después de dejar atrás una fama de conflictivo en Granada.
Pero más que una cuestión de jugadores, Celta recibe en estas horas la admiración de todo el fútbol español por su sentido colectivo del juego, una armonía en el campo que le permitió superar a Barcelona por un marcador casi escandaloso. Y eso que Luis Enrique avisó en la previa: "Es un equipo que consigue resultados y que lo hace de manera atractiva. Nos van a presionar y será complicado, pero nos gusta encontrarnos equipos que tienen buen gusto por el fútbol".