La Cámara de Empresarios Mineros (CAMEM) puso en marcha su plan de propaganda -anunciado a principios de este año- para reinstalar el tema de la minería en Mendoza. Tomaron los números de la pobreza, que en Mendoza creció a contramano del país, para avanzar en la instalación de la actividad minera como salvación de la economía provincial.
Pese a los innumerables "accidentes" ambientales de los últimos tiempos -cuyo ejemplo más cercano es el de la Barrick en Jáchal- la CAMEM postula que la resistencia de miles de ciudadanos que en 2019 impidió que Rodolfo Suarez volteara la 7722 con la Ley del Cianuro está vinculada a la ignorancia y no tiene sustento científico.
"Si hay algo que vimos en diciembre de 2019 es que gran parte de una sociedad ha sido lábil a un discurso que no representa lo que es la minería en el Siglo XXI. Hay una falla del sector privado y público. Hace 30 o 40 años que no se hace docencia y no se trata de entender la minería moderna. Nos hemos puesto a trabajar en un plan de comunicación para explicar qué es la minería", sostuvo Raúl Rodríguez, presidente de CAMEM.
Rodríguez sostuvo que en ese plan es fundamental la participación del Gobierno. "Tenemos nuestra agenda que no incluye a la cuestión política, que eso debe encargarse el Estado, dueño del recurso. Yo escuchaba hablar de la pobreza y falta de oportunidades, y nosotros tenemos un potencial muy importante que está enterrado. La verdadera inteligencia pasa por ver cómo podemos aprovecharlo. Nuestra idea es que vuelva a incluirse en la agenda el cuestionarnos por esta herramienta que podemos usar para desandar este camino que nos ha llevado a casi el 50% de pobreza".
Entrevistado en radio Nihuil, el presidente de la CAMEM mencionó al cobre como uno de los materiales en alza. Dinamitar la montaña de Uspallata para sacar cobre y oro es la meta del Proyecto Sa Jorge, que tumbada la Ley del Cianuro de Suarez aún guarda un as en la manga para hacer minería con Xantato.
"Tenemos muy redituable todo lo que es cobre, que es lo que viene en el mundo en la transición a las energías limpias. Escuchamos con asombro decir que no se quiere minería sino energías limpias, energía solar y eólica, y esto requiere más minería. Los paneles y la construcción de esa energía ¿de qué se piensan que es? Hoy el mundo requiere más cobre, más litio", señaló.
"Nos hemos quedado con la minería del siglo diecinueve o veinte y hoy la tecnología nos da una posibilidad fabulosa de hacer todo de una manera sustentable, clara, transparente", postuló.
Luego machacó en la idea de que la actividad está "sobre regulada". Traducción: hay demasiadas leyes y códigos en el camino de los capitales, generalmente extranjeros, que pretenden extraer los minerales del suelo argentino.
"Para recibir inversiones tiene que haber requisitos y condiciones favorables. Mendoza tiene un código de procedimientos mineros, hay un Código de Minería de la Nación, es una de las materias más sobre reguladas. Podemos discutir si se pueden mejorar. Esas normas fueron escritas por seres humanos y son todas perfectibles. Pero hay que hacer ese trabajo pensando en que uno quiere recibir inversiones. Si las condiciones que vamos a poner son imposibles, por supuesto que las empresas van a elegir a Chile, a Perú o Colombia, en donde sí son receptivos", cerró.