Paritarias planchadas, aumentos por productividad y condiciones por escrito de eliminar protestas y huelgas. Así se sintetiza el espíritu con el que Alfredo Cornejo encaró la gestión de los trabajadores estatales en un contexto nacional de eliminación de todo tipo de derechos de los empleados públicos y, más aún, su eliminación.
El gobernador pretende condicionar a los gremios a no hacer más protestas si aceptan la oferta de la nueva ronda de paritarias que se inició la semana pasada. Así lo denunció el sindicato de los profesionales de la salud, AMPROS, que rechazó, al igual que el SUTE y ATE, el segundo ofrecimiento del gobierno.
En un escenario de inflación, licuación de salarios y recesión, la secretaria general de AMPROS, Claudia Iturbe, repudió el intento de aplacar protestas y huelgas con un compromiso por escrito que quede asentado en las actas paritarias.
En ese sentido, pidió que espera a que en la próxima reunión "excluyan un punto muy grave que han colocado hoy en el acta que dice que en caso de que aceptemos la oferta salarial, nos tenemos que comprometer a no realizar mediadas de acción directa".
La gremialista consideró: "La verdad que esto es absolutamente inconstitucional, el gremio no puede comprometerse a negar un derecho constitucional de los trabajadores y jamás firmaríamos un acuerdo con este tipo de condiciones”.
Las ofertas rechazadas
En la primera ronda de paritarias, el Gobierno oferto tres tramos de subas de 10% referenciados en los salarios de diciembre de 2023, más tres bonos en negro de 35.000, 25.000 y 15.000 pesos. ATE, AMPROS y el SUTE rechazaron.
Esta semana subió un punto la oferta: 11%, pero le quitó los bonos en negro.
El líder de ATE, Roberto Macho, apuntó que se trata de una siba que no cubre la canasta básica cuando "el 90% de los estatales está bajo la línea de pobreza".
El SUTE, en tanto, también la rechazó.
En esta paritaria Cornejo tantea a los estatales para imponerles el ítem productividad, como hizo con los maestros con el ítem aula. Los pagos por productividad están contemplados en el paquete de leyes que envió para modificar, entre otras cosas, el régimen salarial de los médicos. Y ahora el Ejecutivo se los propuso al gremio de los judiciales.
El fin de las paritarias
Aumento por productividad, como en las empresas privadas. Ese es el punto central de las reformas en el régimen salarial que Cornejo pretende aplicarles a los médicos y que presentó dentro de un paquete de 26 leyes que no sólo meten mano en el sueldo sino en la forma en que se organizará el trabajo.
El ministro de Salud, Rodolfo Montero, admitió que con esta reforma no se aumentaría el salario a todos por igual -como se hace en las paritarias actualmente, según cargo y responsabilidad- sino que se plantearía objetivos a cumplir.
"La idea es que vas a tener un cargo de 30 horas, para cubrir ese cargo no solamente vas a tener que trabajar las 30 horas sino cumplir con los objetivos que se te han puesto para ese servicio. Después de las 30 horas vasa poder seguir trabajando por unidad de producción, por consulta, o cirugía, o por anestesia", se explayó el funcionario en una entrevista con Mdz.
