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Crece en Mendoza el ejército de trabajadores empobrecidos: dos de cada diez busca otro empleo para llegar a fin de mes

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Mendoza presenta un panorama laboral con luces y sombras en el cuarto trimestre de 2024. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Mendoza muestra una tasa de desocupación relativamente baja en comparación con el promedio nacional, pero enfrenta una fuerte precarización en la calidad del empleo, que se refleja en la gran cantidad de trabajadores ocupados que buscan otro empleo.

En el cuarto trimestre de 2024, la tasa de desocupación en Mendoza se ubicó en 4.8%, lo que representa una ligera disminución respecto al trimestre anterior, pero más alta comparada con 2023 en el mismo trimestre, es decir desestacionalizada, cuando marcó 4,7%.

El indicador de fines de 2024 es más bajo que el promedio nacional, que alcanzó el 6.4%, posicionando a Mendoza como una de las provincias con menor desempleo en el país. En términos absolutos, esto significa que aproximadamente 25.000 personas están desocupadas en el aglomerado Gran Mendoza, que cuenta con una población económicamente activa (PEA) de alrededor de 515.000 personas.

Aunque la tasa de desocupación es relativamente baja, es importante considerar que este indicador no captura la totalidad de la problemática laboral. La desocupación abierta, que mide a quienes no tienen empleo y están buscando activamente trabajo, no incluye a aquellos que han dejado de buscar empleo por falta de oportunidades o a quienes están subocupados. Estos grupos representan una parte significativa de la población que enfrenta dificultades para acceder a empleos de calidad.

Ocupación demandante de empleo: un indicador preocupante

Uno de los aspectos más preocupantes del mercado laboral mendocino es la alta proporción de ocupados demandantes de empleo, que alcanzó el 19.5% de la PEA en el cuarto trimestre de 2024.

Esto significa que aproximadamente 100.000 personas que ya tienen un empleo están buscando activamente otro trabajo. En el último trimestre eran 82.000 en esa situación, y representaban el 15,7% de los activos.

En Mendoza creció en el primer año de Milei y el primero del segundo mandato de Cornejo la cantidad de trabajadores que no llega a fin de mes

Este fenómeno refleja una insatisfacción generalizada con las condiciones laborales actuales, que pueden incluir salarios bajos, falta de beneficios, precariedad en los contratos o jornadas laborales insuficientes. Es decir, sigue engrosándose en Mendoza el ejército de trabajadores que buscan más empleos para llegar a fin de mes. 

La ocupación demandante de empleo es un indicador clave para entender la calidad del empleo en una región. En el caso de Mendoza, este alto porcentaje sugiere que, aunque muchas personas están empleadas, sus trabajos no cumplen con sus expectativas o necesidades económicas. Esto puede estar relacionado con la proliferación de empleos informales o de baja calidad, que no ofrecen estabilidad ni condiciones laborales adecuadas.

Subocupación: un problema estructural

Además de la ocupación demandante de empleo, la subocupación es otro indicador que refleja los desafíos en el mercado laboral mendocino.

En el cuarto trimestre de 2024, la tasa de subocupación en Mendoza alcanzó el 13.6% de la PEA, lo que equivale a aproximadamente 70.000 personas. Estas son personas que trabajan menos horas de las que desearían y están dispuestas a trabajar más, pero no encuentran oportunidades para hacerlo.

La subocupación es un problema estructural en Mendoza y en gran parte del país, ya que está asociada a la falta de empleos de calidad y a la precarización laboral. Este fenómeno afecta especialmente a sectores como el comercio, los servicios y la construcción, donde los trabajos temporales y de baja remuneración son comunes.

Sectores económicos y empleo: la industria en retroceso

En cuanto a los sectores económicos, la industria manufacturera, que históricamente ha sido un motor importante para la economía mendocina, mostró un descenso en su participación en el empleo total. En el cuarto trimestre de 2024, este sector representó el 10.8% del empleo total, frente al 11.4% del primer trimestre del mismo año. Esto implica que aproximadamente 53.000 personas están empleadas en la industria, una cifra que ha disminuido respecto a trimestres anteriores.

El retroceso de la industria manufacturera es preocupante, ya que este sector suele generar empleos más estables y mejor remunerados que otros, como el comercio o los servicios. La desaceleración económica y la falta de inversión en el sector podrían estar detrás de esta tendencia, lo que plantea la necesidad de políticas que fomenten la reactivación industrial en la provincia.

Por otro lado, sectores como el comercio y los servicios mostraron una leve recuperación, lo que podría estar asociado a la reactivación del turismo y la demanda interna. Sin embargo, estos sectores suelen generar empleos más precarios y con menor estabilidad, lo que contribuye a la problemática de la subocupación y la insatisfacción laboral.

 

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