Después de la feria y de cinco meses de debate se reinicia este lunes el análisis de las causas incluidas en el IV juicio por Delitos de Lesa Humanidad en Mendoza, que puso en el banquillo a 33 procesados en este IV juicio: los cuatro ex jueces Otilio Romano, Luis Miret, Guillermo Petra y Rolando Carrizo, dieciocho miembros de la Policía de Mendoza, uno de la Federal, seis del Ejército, dos de la Fuerza Aérea y dos Penitenciarios.
En la Sala de Audiencias, detrás de un blindex, volverá a ubicarse un puñado de imputados; los otros están distribuidos en distintos puntos del país. Estos siguen las instancias por videoconferencia desde oficinas de la Justicia Federal de Buenos Aires, Rosario y en Mendoza. También desde centros de detención como el penal de Ezeiza y Marcos Paz.
Ningún miembro del ejército, ni policías del D2 prestaron hasta ahora declaración en público. "Son precavidos ya que las y los sobrevivientes detenidos, encapuchadas o vendados, solo tenían registro sonoro; a lo largo de los juicios fueron individualizados algunos torturadores como el porteño, por su acento, u otro reiteradamente mencionado como una voz gruesa y aguardentosa; de modo que, por si acaso, mejor no hablar", apuntaron los abogados y organismos de derechos humanos que llevan una cobertura al día de los juicios a través de juiciosmendoza.wordpress.com
Sí declaró en público el ex juez Luis Miret y se leyeron las largas exposiciones de los Guillermo Petra y Otilio Romano. Los letrados se excusaron de las acusaciones de complicidad y ejecución de delitos de lesa humanidad argumentando que no sabían el trato que recibían los y las detenidas y, por otro lado, aseguraron que no podían hacer nada frente a las FFAA.
Desde las 9.30, en Tribunales Federales, todos volverán a verse con los testigos de las torturas y vejámenes, sus familiares y público que asista al proceso, que es público.