En la madrugada de este viernes mataron de un tiro a otro conductor de taxi en el barrio Aeroparque, de Las Heras. El gobernador atendió el reclamo de los compañeros. Ofreció un proyecto para sacarles el manejo de efectivo.
Asesinaron a un taxista, sus colegas reaccionaron de inmediato cortando el nudo vial de Vicente Zapata y más tarde las adyacencias de la Casa de Gobierno, donde los líderes sindicales de los conductores acordaron medidas contra la inseguridad con el gobernador Francisco Pérez antes de levantar una huelga que dejó sin taxis al Gran Mendoza.
Aunque parece el inicio de una vieja crónica, los hechos sucedieron desde la madrugada de este viernes, cuando asesinaron de un balazo a José Moreira, un taxista novato con tres meses de experiencia en el rubro, en el barrio Aeroparque de Las Heras. El agresor no le robó nada al chofer, según los primeros datos surgidos de la investigación radicada en la Fiscalía a cargo de Fernando Giunta.
Fuera de la acción judicial que está en su etapa inicial y aún no tiene pistas sobre el móvil del caso -que aparece confuso porque al conductor no le robaron- los colegas del trabajador asesinado exigieron medidas del Gobierno para evitar futuros casos como el de la madrugada. Se trata del mismo procedimiento que se siguió en casos de homicidios de taxistas anteriores.
En el palacio gubernamental directamente los atendió el gobernador, junto al ministro de Seguridad, Carlos Aranda, y el secretario de Transporte, Diego Martínez Palau. El cruce de palabras entre los trabajadores dolidos por el suceso y el Gobierno apurado por desactivar las medidas de fuerza de los hombres del volante giró en torno a la "necesidad" de sacar el dinero como medio de pago de los pasajeros, una medida que se tomó con los micros hace años con la incorporación de las máquinas lectoras de tarjeta.
El Ejecutivo se comprometió a mandar un proyecto de ley a la Legislatura que entre otras medidas fijará la obligación de instalar cámaras y blindex en los taxis a cargo de los propietarios en no más de 60 días. El gobierno facilitará créditos para financiar las inversiones en seguridad de los autos de alquiler, según se comprometió el mandatario.
La protección de blindex entre los choferes y los pasajeros de los taxis no se impuso con obligatoriedad antes porque los propietarios se resistieron a asumir los costos de la medida, que en muchos casos implica cambiar los vehículos en uso porque no presentan posibilidades materiales para colocar el tabique anti balas.
La instalación de cámaras de seguridad adentro de las unidades tampoco es una medida innovadora, ya se barajó en muchas oportunidades en los últimos años, siendo los propios choferes lo que presentaron mayor rechazo frente a esta acción.