La negociación nacional condiciona a la que se puso en marcha el lunes en Mendoza. El SUTE había dado señales de conformarse con un 25% de incremento, pero el planteo nacional le pone presión a la paritaria local.
El Frente Gremial Docente, que agrupa a cinco sindicatos alineados al kirchnerismo, reclamó el martes un aumento salarial de un 30,3% y la modificación del impuesto a las ganancias en el marco de la paritaria nacional. Con este pedido pretenden que el salario inicial pase de $2.800 a $3.650, desde el 1° de este mes. El plantel nacional condiciona la negociación que en Mendoza empezó el lunes de esta semana sin un pedido concreto del SUTE en cuanto al aumento salarial.
El gremio mendocino reclamó el aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias pero no ventiló el porcentaje de incremento salarial que pretende. De todos modos, desde unos días antes de la primera reunión concreta con el Gobierno desde los dos lados del mostrador de la paritaria mendocina veían con buenos ojos una suba que rondara el 25%.
Pero la viabilidad de una negociación en esos términos fue socavada ayer desde la paritaria central que tiene como protagonista al Gobierno Nacional por un lado y al Frente de Gremios Docentes por el otro.
Esa negociación, informó el diario La Nación, busca establecer una pauta a nivel nacional que luego deberá reacomodarse a cada una de las provincias. El encuentro fue seguido de cerca por los gobernadores, ya que cada punto de aumento implica mayores gastos para distritos que sufren serios problemas de caja.
Además, los trabajadores de la educación exigieron un cambio en Ganancias, impuesto que ya impacta en los sueldos de entre el 12 y el 16 por ciento de los docentes a nivel nacional, según Ctera.