Por Ezequiel Boetti
Para otroscines.com
Pablo Agüero* (N de la R.: nacido en Mendoza pero con residencia en Francia) regresa a El Bolsón para narrar en tres movimientos (Apocalipsis, Iluminación y Génesis) la vida de cuatro mujeres que en un momento dado deciden abandonar sus vidas y comenzar de cero, asumir un nuevo credo, construir un templo. Madres de los dioses es el retrato hipnótico, misterioso y no exento de cierta sensualidad de Samiha, Humana, María y Maicoño. Todas ellas han abrazado el entorno enigmático de El Bolsón como último refugio frente al pasado y la soledad, cada una se compromete con una espiritualidad diferente y, sin embargo, hay algo que las une y convoca para que en las noches de luna llena se reúnan en torno a una hoguera. Ellas (y citamos el bellísimo parlamento final del film, recitado por Geraldine Chaplin) “han creado cada una su propio dios, su propia religión, su propio templo, y sin embargo forman un solo pueblo”. Ellas son las nuevas mujeres (Fran Gayo en el catálogo del BAFICI)
-¿Cómo definirías la película y qué desafíos se plantearon al hacerla?
-Es un documental sobre el espíritu y sobre el alma femenina. El desafío es, filmando la realidad, hacer visible lo invisible, la dimensión espiritual.
-¿Cómo fue el proceso de producción y con qué apoyos contaste?
-Fue un proceso arduo y largo. Varios años de investigación y reescrituras, financiados en parte por una beca internacional. Luego el INCAA y un pequeño aporte de coproducción francesa nos permitieron rodar. Pero no nos alcanzó el dinero para pagarnos (los productores y yo), y se nos hizo difícil completar la posproducción.
-¿Cómo te definís como director? ¿Cuáles son tus grandes referentes?
-No creo que sea mi rol definirme a mí mismo, pero puedo hablar de mi búsqueda en el cine. Intento seguir la antigua tradición de la ficción: contar historias extraordinarias, generar emociones intensas y cuestionamientos profundos. Intento hacer un cine al mismo tiempo político y romántico, y, en cierto sentido, feminista. Mis influencias provienen principalmente del siglo XIX y principios del XX, de Víctor Hugo a Roberto Arlt, de Goya a Ernesto de la Carcova... Pensadores para quienes el compromiso social, la épica y la pasión constituyen una unidad coherente y orgánica. Artistas que, en lo estético, podrían relacionarse tanto con el barroco como con el expresionismo. Yo me sitúo en la continuidad de esa línea.
-¿Qué expectativas tenés para la película una vez terminado el festival?
-Sé que no es fácil difundir este cine hoy en día, pero mi expectativa es sencillamente exhibir mi película en las salas, alcanzar la mayor cantidad posible de público y dejarle una impresión duradera.
*El documental ficcionado de este cineasta mendocino ingresó oficialmente en competencia en el festival de cine Bafici, donde, además, se verá un tramo de su película en desarrollo Eva no duerme.