El precio del petróleo retrocedió velozmente en la apertura de los mercados de esta semana. Desde el cierre del viernes, el Brent perdió casi un 30 por ciento de su valor. Se trata de la variable de referencia para el petróleo argentino. La producción excedente y el impacto económico del coronavirus, las principales causas.
Pasó a cotizar muy por debajo de las necesidades de la renta de las petroleras que operan en el país. Más aún de las que lo hacen en Vaca Muerta, adonde los costos son otros respecto a los de la producción convencional.
El viernes, el Brent cotizaba a 45,37 dólares por barril. En la apertura de los mercados del lunes se desplomó hasta oscilar en torno a los 32 dólares por barril con tendencia a seguir en picada.
Las petroleras de Vaca Muerta sostienen que con menos de 55 dólares por barril no hay renta. La cifra es un promedio, en algunos yacimientos requiere un poco más y en otros algo menos.
En Argentina, la producción petrolera apenas alcanza para el consumo nacional. Un potencial nuevo boom de Vaca Muerta podría entregar excedentes para exportar, pero no existe ese negocio por ahora. Los precios nacionales están más o menos sujetos a los establecidos por el mercado internacional.
Durante el macrismo se liberaron los precios de los combustibles, con lo cual las refinerías debería pagar el precio de mercado por el crudo. No obstante, nunca funcionó así. El precio internacional se baja a la economía local con filtros: las retenciones a las exportaciones se descuentan para la comercialización interna, además de hacer un descuento en el valor del petróleo respecto al Brent por menor calidad. El nivel de retenciones ataja los precios en el mercado interno. Son útiles cuando se dispara la cotización del crudo.
El ajedrez del mercado
La principal causa del desplome de este lunes se halla en el fracaso de las negociaciones dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para recortar la oferta. Rusia se opuso a la propuesta expuesta en una reunión ocurrida en Viena.
La respuesta del mayor exportador mundial, Arabia Saudita, no se hizo esperar: le bajó el precio a su petróleo. La decisión reavivó la guerra por las cuotas de mercado de los grandes productores mundiales.
Rusia es el segundo productor mundial de crudo por detrás de Estados Unidos y delante de Arabia Saudita. Para este año, basó sus previsiones presupuestarias en un barril a 42,4 dólares. Se dejó margen desde ese flanco para aguantar una caída de precios. Prefirió eso a recortar la producción para ver si como efecto se tonifican los precios. Por ahora, los otros socios de la OPEP tiene un panorama más sombrío debido a que su dependencia del petróleo es mayor que la de Rusia.
Coronavirus en foco
El impacto en la economía del coronavirus es otro factor que mantendrá tambaleando a la cotización del petróleo. El experto en temas energéticos James Williams, de WTRG-Economics, consideró al respecto que "los riesgos de recesión son fuertes. Históricamente, las recesiones hacen bajar los precios del petróleo".
El especialista considera que el consumo mundial de petróleo bajará unos 4 millones de barriles en el primer trimestre.
"A menos que la economía china rebote rápidamente, las consecuencias económicas del virus repercutirán en todo el mundo, en particular en Europa y en Estados Unidos", espetó Williams.
