Tras el aborto legal

El turno del pañuelo naranja: resurge en Mendoza la campaña por la separación Iglesia-Estado

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Campaña por la apostasía en la plaza Independencia.

Además del cancionero por el aborto legal, seguro y gratuito, en cada marcha y en la plaza Independencia -durante la vigilia por la votación del proyecto IVE- se repitieron consignas y cantos por la separación de la iglesia y el estado.

Identificada con el pañuelo naranja, la campaña federal por la separación de la iglesia y el estado estuvo presente en la plaza y es la próxima batalla en las calles para muchas y muchas que estuvieron en la plaza y entre quienes pugnan por la laicidad desde hace años.

"Después de la histórica jornada de lucha y la aprobación del aborto legal en nuestro país, resulta indispensable no dejar de luchar por la ampliación de derechos y libertades. La importancia de separar el Estado de la Iglesia nunca ha sido tan visible como en los discursos de diputades y senadores que dejaron mucho que desear, priorizando su religión por sobre el deber de legislar en un país laico como es Argentina", señalaron en la campaña laica regional Mendoza.

"La lucha será larga, lo sabemos, pero la unión hace la fuerza y un gran paso para deslegitimar los discursos que sostienen que Argentina es Católica es Apostatar. De esta manera dejamos al descubierto los verdaderos números de creyentes y practicantes en el país y ésta es una acción individual de la que cada une debemos hacernos cargo", agregaron.

La campaña milita desde hace tiempo en Mendoza para que se facilite el trámite de la apostasía de la iglesia católica, y con la legalización del aborto -que se logró pese al lobby de las iglesias, no sólo la católica, sino de los evangélicos- sus consignas se revitalizaron.

En Mendoza una de las proclamas centrales de la Campaña Federal -que se identifica como movimiento “horizontal, mixto y trans feministe”- será que se facilite el trámite para hacer apostasías colectivas.

Después de la histórica sanción, comenzaron nuevamente a informar los pasos para apostatar:

Un ejemplo concreto de injerencia

Si bien el lobby eclesiástico suele darse tras bambalinas y ejerciendo presiones que no salen a la luz, en Mendoza semanas atrás hubo un ejemplo concreto de la injerencia de la iglesia en uno de los estamentos del Estado: la justicia.

A pedido del Obispado de San Rafael, la Corte Suprema autorizó la realización de ceremonias religiosas en escuelas públicas, donde se supone debe regir la laicidad.

Fue una clara avanzada de la iglesia católica, habilitada por la facción clerical de la Corte -como denunció la APDH- encarnada en los ministros Teresa Day, Julio Gómez y Pedro Llorente.

“La facción clerical de la Corte resolvió acorde a las expectativas del Obispado de San Rafael”

Sin embargo, la católica no es la única iglesia que pugna por enterrar o hacer avanzar proyectos legislativos o políticas de estado según sus intereses. En Mendoza referentes evangélicos presionan constantemente para obtener espacios y beneficios.

El caso quizás más notorio es el del pastor Héctor Bonarrico, que desde su banca arenga preceptos religiosos e impulsa beneficios económicos para su iglesia, muchas veces acompañado en los votos por sus socios del oficialismo.

Bonarrico, la UCR y el PRO impulsaron un proyecto para que el estado financie evangélicos

 

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