En Vendimia, Paco Pérez reavivó su estrategia política y de marketing para habilitar la posibilidad de su reelección

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El gobernador advirtió que está viva su intención de reformar la Constitución de Mendoza y consideró que no están agotadas las chances de que haya una modificación de la Carta Magna nacional para que pueda reelegirse Cristina Fernández.

 

El gobernador Francisco Pérez renovó sus aspiraciones reeleccionistas. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
El gobernador Francisco Pérez renovó sus aspiraciones reeleccionistas. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

 

La presencia multitudinaria de periodistas en los festejos vendimiales de este fin de semana fue aprovechada por el gobernador Francisco Pérez para reforzar la estrategia que le  permita llegar a 2015 con chances de ser reelegido como mandatario provincial. En distintas intervenciones mediáticas, Pérez reafirmó su intención de reformar la Constitución provincial y destacó que a nivel nacional no está cerrada la posibilidad de que el oficialismo avance en una reforma de la Carta Magna para permitirle a Cristina Fernández aspirar a un tercer periodo al frente de la Casa Rosada.

Esto último, a pesar de la que propia mandataria desinfló la movida de sectores del Frente para la Victoria destinada a mantener con vida la chance de imponer en el Congreso la necesidad de reforma. "No se va a reformar ninguna Constitución", dijo la mandataria nacional el viernes en el discurso inaugural de las sesiones del Congreso.

Pero un día después Pérez aseguró que esa posibilidad no ha sido cerrada aún y advirtió que toda la estrategia del PJ depende de la decisión que tome Cristina en cuanto a su reelección. Evidentemente, el gobernador mendocino no tomó enserio la afirmación de la mandataria en el Congreso.

Es que mientras esté viva la movida reeleccionista nacional el gobernador de Mendoza tiene un ancla para su propia aspiración a reformar la Constitución local de modo de poder presentarse a la reelección en 2015. Incluso, Pérez fortaleció durante el fin de semana la posibilidad de desempolvar el proyecto de necesidad de reforma que se votó en 2001 y que nunca se formalizó porque los votos que obtuvo no fueron suficientes para conformar el criterio establecido por la  Suprema Corte para considerar aprobada la necesidad de reforma: la mitad más uno de los votos emitidos.

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