El actor Ernesto Flaco Suárez fue nombrado Embajador Cultural de Mendoza al cumplir 50 años de profesión. El artista es reconocido por sus pares como uno de los pilares del teatro mendocino.
"Estos días he estado un poco nervioso, porque uno rebobina un montón de cosas frente a estos acontecimientos. Y hay una frase que dice 'nadie es profeta en su tierra' y yo soy actor en mi tierra, de lo que me siento muy orgulloso", dijo el popular Flaco.
"Trabajé en muchos países; me tuve que ir con la 'beca Videla' y recién hablaba con el maestro Ospina (escritor colombiano invitado para participar en la Feria del Libro) y le dije que casi me quedo en Colombia, casi que quedo en Guayaquil, casi me quedo en España; pero volví por unos días y me quedé. Me quedé: porque esta es mi tierra, porque cuando nació mi hija planté unos árboles, porque éste es mi lugar y no me arrepentí nunca. Hay un montón de historias que dicen por què estoy acá", agregó.
"Creo que la mejor cultura es la que te da tu entorno. Me quedé y empezamos a trabajar y ahora estoy otra vez como un drácula, chupando sangre nueva de estos jóvenes que hacen el grupo taller de "sol a sol". Y acá me quedaré, al lado de mi compañera Mónica y de mis hijas Anita y Laura que me 'acolijan', como decimos en Ecuador", enfatizó el actor.
Y remató: "Esta carrera cuesta muchísimo, cuesta en todos lados. Con Gladis Raballe, somos aguantadores, quedamos poquitos porque éramos muchísimos. No solamente los milicos nos exterminaron, nos desparramaron o nos asustaron; también el tiempo y la sociedad te va convirtiendo en comerciante y te vas aburguesando y te alejas de esa cosa tan dura que es el teatro y, que como ocurre en toda Latinoamérica, faltan espacios, presupuestos, hay que poner guita del bolsillo de uno y hay que poner lo que tenés y lo que no tenés para concretar un proyecto".