Gaza y el beso en la mano

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"... fue la última foto que hice..." me comentaba ayer el fotógrafo de AP Bernat Armangué a través de internet.

Los bombardeos israelís que está sufriendo la población de Gaza fueron motivo ayer domingo de un sinfín de fotografías espeluznantes, sobre todo aquellas realizadas en la morgue de dicha ciudad.

Una de esas explosiones había acabado con la vida de siete personas de la misma familia, incluidos niños pequeños. Los mismos que protagonizaron desgraciadamente las imágenes más duras que recibimos en la redacción durante toda la tarde.

A nadie le gusta fotografiar ni editar este tipo de noticias, sean los muertos del bando que sean. Al fin y al cabo, esos cuatro pequeños que aparecían en una de las camillas estaban en sus casas, tal vez jugando, tal vez arropados por sus padres.

De entre todas esas imágenes, recibimos una en concreto en la que no aparecía ningún muerto. Un hombre besaba la mano de un pariente fallecido en uno de los ataques.

Al descubrir dicha imagen, rápidamente la seleccioné como opción gráfica para la portada del diario. Al mismo tiempo, Cesar Rangel, editor del diario, también la había seleccionado para llevar a cabo la edición sobre dicho conflicto en las páginas de internacional.

Ambos teníamos muy claro que si finalmente no ocupara la portada del diario, debía abrir la sección de Internacional. Remaquetamos la página y la colocamos sin dudarlo.

 

Esa imagen no precisaba enseñar más. Las manos del hombre sosteniendo con ternura la mano del fallecido y besándola, aportaban toda la información. No eran necesarios más elementos.

Contacté con Bernat y me explicó como la había realizado:

"... yo siempre he sido partidario de mostrar las consecuencias más duras y crueles de estos conflictos. Las guerras nunca son agradables pero existen y contarlo es nuestra responsabilidad, aunque hemos de ser conscientes que no todos tenemos la misma aproximación a la violencia.

La fotografia esta realizada en la morgue del hospital central de Gaza. Da la casualidad que fue la última foto del día.

El motivo por el cual estaba en el hospital es que momentos antes había fotografiado el rescate de los cadáveres de unos niños palestinos, enterrados bajo las ruinas de una casa bombardeada.

Estaba en la morgue fotografiando los cadáveres cuando de repente entraron un grupo de personas y rodearon a un familiar muerto. Hablamos de personas y por lo tanto hemos de observarlas. Llantos, gritos, y besos de despedida fueron algunas de las cosas que sucedían allí dentro.

Vi como ese joven abrazaba la mano con mucha ternura, la acariciaba, y le daba un último beso. Lo fotografié y marché.

Es importante documentar, es por ello que también transmití la fotografía de los niños y otras de los que todavía, a día de hoy, están aquí."

Gracias Bernat.

Fuente: The W side

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