Jordania mató este miércoles a dos militantes de Al Qaeda en respuesta a la ejecución del piloto de 26 años Moaz Kasasbeh a manos del Estado Islámico.
Un portavoz del Gobierno confirmó a la televisión estatal que Sayida al Rishawi, una extremista encarcelada desde 2005, ha sido ahorcada la madrugada de este miércoles. El otro prisionero ejecutado es Ziad al Karbuli, un iraquí condenado en 2008. Ammán había advertido de que su respuesta a la barbarie sería “estremecedora, decisiva y fuerte”.
El Estado Islámico había exigido la liberación de Al Rishawi, cuyos parientes colaboraban con el líder iraquí de Al Qaeda Abu Musab Al-Zarqawi, considerado por el EI como un mentor. Amán había accedido a negociar el intercambio de la terrorista por Kenji Goto,uno de los rehenes japoneses en poder de los yihadistas. Sin embargo, los extremistas no cumplieron su palabra. Las imágenes de la decapitación de Goto, un veterano corresponsal de guerra, se hicieron públicas este sábado.
La muerte del joven piloto, que los terroristas afirman haber quemado vivo dentro de una jaula, ha sobrecogido al país jordano. Se trata del primer asesinato de un prisionero árabe en castigo a la participación de Jordania en los bombardeos aéreos que se han registrado en Siria, y que han sido liderados por Estados Unidos.