
En el 2° juicio a represores que se desarrolla en San Rafael declaró Elsa Marta Sosa, esposa de Aldo Fagetti, empleado de Rentas secuestrado y desaparecido. La mujer contó con detalle cómo fue la detención y los días posteriores de peregrinación con su pequeño hijo, Javier, hoy militante de H.I.J.O.S.
Fagetti era militante de JP y Montoneros, fue secuestrado en San Rafael el 25 de febrero de 1976 por fuerzas policiales y militares que actuaban como Triple A. En enero de 2007 este hecho, impune como tantos otros hasta el momento, llevó al juez federal de Mendoza, Héctor Acosta, a pedir la captura internacional de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón.
La esposa de Fagetti recordó así el día de la detención: "El 25 de febrero a las dos de la tarde llegamos al negocio que teníamos, hacíamos empanadas y pastelitos, nos cambiamos para trabajar, abrimos una gaseosa e íbamos a comer algo. De pronto escuchamos ruidos. Apareció un soldado y gente de civil. Ingresa un militar y yo le pregunto quién es. Me responde 'Stuhlderher'. Sacaron todo, hasta ladrillos, entró gente y más gente. Ofrecí gaseosa, había soldados. Golpeaban las paredes donde sonaba hueco, preguntaban por las armas. Encontraron telegramas de felicitaciones por el nacimiento de Javier que había coincidido con el 17 de octubre. Se los llevaron. Yo estaba en un rincón y los veía gigantes. El que estaba a cargo del operativo dijo: “Preguntá qué hago, acá no hay nada”. Los llevaron a Aldo al domicilio particular en un jeep. Había un camión con personas de traje oscuro. A mí me llevaron en un Fiat 125, desde ese momento el ruido del arranque de ese auto me trastorna".
Stuhldreher, el hombre que mencionó la testigo como a cargo del operativo de detención de su esposo, está procesado por tormento agravado en nueve casos: Humberto Roca, Luis Enrique Barahona, Luis Abelardo Berón, Juan Carlos Berón, Jorge Valentín Berón, Diego Pousadela, Roberto Flores, Germán Ríos, Hugo Adelmo Riera, todos en concurso real con los de privación ilegítima de la libertad agravada en once hechos como son las desapariciones de Héctor A. Fagetti (caso que valió el pedido de detención de la ex presidente María Estela Martínez de Perón y su gabinete), Francisco Tripiana, Pascual Sandoval, José Guillermo Berón, Roberto Osorio, Marta A. Guerrero, José Ortemberg, Rolando Gastón Berohiza, Omar Ozán, Ricardo Ríos y Rosa Luna. Pese a todo, logró reciclarse como funcionario en gobierno democráticos, durante la gestión de Julio Cobos.
La pareja fue llevada hasta otro domicilio donde hicieron un allanamiento. Buscaban armas, pero en cambio se llevaron a Fagetti. “Estamos en un gobierno democrático", intentó su esposa para evitar la detención. "Me contestaron: 'No te preocupés, a las 10 de la noche está de vuelta'”.
La mujer volvió al negocio a esperar a su esposo, pero no volvió. "Se hizo la madrugada. No vuelve. Voy a la Unidad Regional. No estaba. Vuelvo a la 8°. Alguien dice: 'Están todos en infantería en la división canes. En Infantería había un portón grande y una puerta, pregunto por Aldo. Me contesta uno con uniforme de militar que sí, que estaba ahí. Pregunté si podía llevarle de comer. Me dijeron que sí. Fui a llevarle yogurt, me atendían soldados. Quise llevarle ropa. A la mañana temprano izaban la bandera, yo espiaba por unos agujeritos, un día lo vi en la puerta de una piecita. Lo vi bien. Entonces iba a la misma hora. Otro día lo vi rengueando y agachado. Llevaba comida para verlo".
Poco después la mujer rastreó a su esposo en los cuarteles de Cuadro Nacional, hasta donde la llevó un vecino, segun relató. "Entramos y nos estacionamos debajo de los árboles. Salieron decenas de soldados. Pedí hablar con el jefe. Si no me comunican con él de acá no me voy. Un militar me pregunta quién soy yo, la esposa de Fagetti, le respondo. Mi hijo está enfermo, necesita ver a su padre. No puede pasar, voy a ser claro, si su hijo está enfermo mejor, porque es uno menos para matar y en unos días acá no va a quedar ninguno".
Según el relato de la testigo al tribunal, un día recibió un dato en el negocio donde trabajaba: " Vino al negocio una prostituta que siempre nos compraba y me dijo: 'No me preguntés con quién me acuesto pero sé que a tu marido mañana le va a pasar algo'. No sabía qué hacer, había movimientos. Había un camioncito que me espantaba. Pensé que lo iban a trasladar a la Unidad Regional. Yo le tenía miedo al camioncito. Me iba cerca de donde estaba Aldo a jugar con mi hijo, me echaban. Me escondí en la acequia, quería ver si se lo llevaban. No pasaba nada. A las 11 de la noche me dijeron que se había ido en libertad, estaba la firma de él".
La búsqueda de Fagetti, una vez agotadas las instancias en en la policía y en los Tribunales, la llevó al Episcopado. Allí le dijeron: “Imposible porque de delincuentes comunes no nos ocupamos”, según contó al tribunal del Megajuicio.
Fuente: APDH San Rafael